GUATEMALA. La serie de Santa Lucía Cotzumalguapa ante el Metropolitan (5-1) dejó aspectos importantes a destacar para el fútbol guatemalteco.
Antes hagamos memoria. ¿Cuándo fue la última vez que vimos a un equipo o selección ganar y tener un funcionamiento avasallador? Hace ratos y aunque han ocurrido goleadas a peores oncenas, no siempre fueron acompañadas de un buen rendimiento colectivo.
Sin tanta palabrería o excusa, Mario Acevedo confeccionó un equipo práctico que impuso condiciones sin importar las circunstancias o el resultado.
Fácil hubiera sido ir a Puerto Rico y poner un par de autobuses atrás y conservar la ventaja, pero no fue así. Mantuvo su estilo, el mismo que les dio la histórica corona. Y es que ese es el éxito de Acevedo no imponerles a sus jugadores un marco teórico sino sacarle provecho al buen pie, a la esencia de las características del jugador criollo.
Santa Lucía arriesgó. Buscó agredir, hacer daño. No morir engañado con un mal funcionamiento y un mediocre resultado. Por eso el triunfo de Santa Lucía hoy va más allá de a quien le ganó, sino cómo le ganó.
No sé si le alcance sólo para llegar a octavos de final, pues Saprissa es un peso pesado de la región, pero espero pueda mantener su esencia y anteponer el funcionamiento a cualquier pragmático resultado maquillado.
FOTO: Guatefutbol.com
Comente esta nota y compártala con sus amigos.