París, 20 Abr 2020 (AFP) – Las declaraciones se acumulan, pero se mantiene el statut quo. Atosigada este lunes por un nuevo llamado a «renunciar» a la temporada de fútbol interrumpida por la pandemia del COVID-19, la Liga Francesa (LFP) aseguró que «trabaja» para garantizar «las mejores condiciones de reanudación» del campeonato galo, pese a la persistente amenaza del nuevo coronavirus.
Varios presidentes de clubes, como el del Lyon Jean Michel Aulas o el del Brest Denis Le Saint, ya habían dado muestras de escepticismo ante la posibilidad de que pueda acabarse la temporada 2019-2020 de la Ligue 1, suspendida desde el pasado 13 de marzo.
Pero este lunes, el dardo llegó desde el sector de los jugadores, con una columna de opinión de Sylvain Kastendeuch, copresidente del Sindicato de Futbolistas Franceses (UNFP), en el diario Le Monde.
«La urgencia económica no puede imponerse al imperativo de la salud pública. Renunciamos a una reanudación del campeonato en estas condiciones (…) que sería precipitada y peligrosa», escribió el emblemático exjugador del FC Metz.
«Trabajemos desde hoy las condiciones para que la temporada próxima tenga éxito y sea ejemplar en este fútbol que tanto amamos», añadió el exinternacional francés. Aceptemos la idea de una especia de destrucción creativa, engendrada por esta crisis».
– «Protocolo sanitario» en preparación –
Este dirigente del UNFP pone en duda que se den las condiciones de seguridad sanitaria y física para proteger a los futbolistas, pese a que la LFP prevé una reanudación de la temporada de la Ligue 1 y Ligue 2 antes de finales de julio.
La LFP trabaja activamente en esa hipótesis de finalizar el campeonato para reducir las pérdidas de los suculentos derechos televisivos, ahora suspendidos al no haber competición, pero depende de las medidas sanitarias que imponga el gobierno de Francia, un país en el que los fallecidos por el COVID-19 se acercan a los 20.000, según el último balance oficial.
La Liga está «atenta a las medidas de desconfinamiento que el gobierno anunciará a finales de abril y, en particular, a las condiciones en las que los partidos podrían disputarse a puerta cerrada», recordó la patronal este lunes, reaccionando en un comunicado a las «numerosas declaraciones» que se hacen sobre este tema.
La dirección de la LFP «trabaja» con el ministerio de Deportes y el de Interior «para estudiar las mejores condiciones de la reanudación, garantizando primero la salud de todos los actores, así como la igualdad deportiva y la sostenibilidad económica del fútbol profesional».
También se trabaja en un «protocolo sanitario y médico de vuelta a los entrenamientos».
– Inquietudes –
¿Bastará este discurso tranquilizador para acabar con las inquietudes y dudas de los jugadores, entrenadores y asalariados de los clubes? No parece que sea el caso teniendo en cuenta las declaraciones de Philippe Piat, el otro copresidente del UNFP.
En caso de vuelta a la competición, «¿se puede jugar cada tres días los partidos más importantes del final de temporada? ¿Funcionarán los medios de transporte? ¿Los hoteles estarán abiertos?», se pregunta Piat entrevistado por la AFP.
Otra cuestión: «¿Si se detectan tres casos de infección en un equipo, ¿qué hacemos? ¿Metemos a todos (el equipo) en cuarentena o se juega con tres futbolistas menos?». Un club que luche por la permanencia podría tener que jugarse la salvación «con un equipo diezmado», añadió.
Para Piat es urgente esperar. Y el UNFP, contrariamente a lo que las declaraciones de Kastendeuch «dejan entrever», no quiere dar aún por concluida la temporada.
«Defendemos la cancelación si las condiciones de reanudación no son suficientes para respetar la salud de los jugadores», asegura Piat, devolviendo la pelota al tejado de los dirigentes.
La LFP «debe decirnos qué van a hacer y veremos entonces si se alinean los planetas para una reanudación» del campeonato francés, concluye Piat.
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