París, 16 Abr 2020 (AFP) – El parón de las competiciones y la posibilidad de una temporada cancelada al no poder concluirse amenazan con causar grandes daños en los campeonatos de segunda división o incluso menor categoría en Europa, donde los clubes dependen especialmente del dinero generado en el día del partido y no tanto de los derechos de televisión.
– ¿Batalla judicial en Italia? –
El presidente del Frosinone, Maurizio Stirpe, habló ya de «acciones judiciales» si su club no subía a la Serie A esta temporada.
Su equipo era tercero de la Serie B (2ª división) en el momento de la interrupción de los partidos por la pandemia del nuevo coronavirus y estaba por lo tanto fuera de los dos puestos de ascenso automático.
En el caso de que se considere que la clasificación final es la del momento de la interrupción, su equipo quedaría fuera de esos puestos de ascenso directo.
En Italia, del tercero al octavo de la Serie B disputan unos ‘playoffs’ que dan el último billete a la élite, pero podría ser imposible disputar esos partidos.
– «Medidas excepcionales» en España –
La ausencia de ascensos en la Liga española hundiría las esperanzas y cuentas de varios clubes de la segunda división que tienen una salud financiera frágil.
Es el caso por ejemplo del Real Zaragoza, un histórico del fútbol español que abandonó la primera división en 2013 y que es actualmente segundo en la categoría de plata, con cinco puntos de ventaja sobre el tercero a once jornadas para el final, por lo que el ascenso parecía este año posible.
Sin pronunciarse abiertamente por la posibilidad de las acciones judiciales, su presidente, Christian Lapetra, aseguró que defenderá «los intereses del club» si la temporada es anulada y el Zaragoza no sube a primera.
«Estamos hablando de cerca de 1.000 millones de euros que podrían perderse si la competición (española y europea) no se reanuda y eso pondría en muchas dificultades a muchos de los clubes y el Real Zaragoza no es ajeno a esa situación», declaró en una videoconferencia de prensa con periodistas españoles.
«Si la situación final es que la Liga no se puede reanudar y el Zaragoza continúa en segunda división, nos va a apretar mucho más», dijo Lapetra, añadiendo que «tendríamos que adoptar medidas extraordinarias».
«El ascenso es la mejor manera de financiarnos», concluyó.
– «Daños» en Inglaterra –
Incluso en Inglaterra, la tierra de la riquísima Premier League, la situación es precaria en las divisiones inferiores.
El pasado mes, los clubes de la League One y la League Two (la tercera y cuarta categoría) declararon que sufrirían pérdidas de unos 50 millones de libras esterlinas (57 millones de euros) si la temporada no se reanuda.
Phil Wallace, presidente del Stevenage, colista de la League Two, explicó a la AFP este «desastre».
«Espero daños este año», pronostica este propietario del club desde hace dos décadas.
«Tenemos una afluencia media de 3.000 personas, así que perdemos entre 45.000 y 50.000 libras (entre 51.000 y 57.000 euros) por partido como local», precisa.
«Hemos recibido un avance de dinero de parte de la EFL (Liga Inglesa de Fútbol), una suma que debíamos normalmente recibir en agosto. Pero cuando llegue julio habrá que preguntarse qué podemos hacer», señala.
Retomar los partidos a puerta cerrada privaría al club de los ingresos por venta de entradas pero también de otros del día del partido: bares, restaurantes y patrocinadores. «Todo eso se perderá», teme.
– Subcontratas en Alemania –
En toda Europa los clubes están pensando medidas para garantizar los ingresos a su personal no futbolista, sea por regímenes de paro parcial o a donativos de jugadores, pero ese sistema no alcanza normalmente a trabajadoras de empresas subcontratadas.
La cadena de televisión alemana Deutsche Welle publicó esta semana que casi dos tercios de los 56.000 empleos de la primera y segunda división germanas, en seguridad y restauración por ejemplo, dependían de terceras empresas y no de los clubes.
La abogada Verena Speckin, especialista en Derecho del Trabajo, explicó a Deutsche Welle que los clubes de fútbol tienen únicamente una responsabilidad legal con los que directamente son empleados de su entidad.
La gran mayoría de los clubes de primera y segunda en Alemania no habían previsto ningún plan para ayudar a los subcontratados, según la cadena de televisión germana.