Hay algunos que minimizan la responsabilidad del técnico en el resultado de un partido, argumentando que son los jugadores los que deben llevarse el mérito en la victoria y la crítica en la derrota.
Yo comparto la idea de que los futbolistas son los que aciertan o fallan dentro de la cancha, pero si el entrenador los preparó adecuadamente para cada partido, estudiando al adversario y haciendo un plan táctico y estratégico preciso y con las piezas idóneas, las posibilidades de éxito son mayores.
De esa manera se coronó campeón Cobán Imperial, con un plantel que en número y en nombres no era el mejor de la Liga, pero en el banquillo tenía a Roberto Montoya, un entrenador capaz que hizo la diferencia. Antigua y Comunicaciones tenían más nombres, más figuras y más profundidad en sus equipos, pero jugaban con un piloto automático, por lo que sus resultados dependían casi exclusivamente de lo que aportaran sus individualidades y eso no siempre alcanza.
Enhorabuena para los Príncipes Azules, que con toda justicia ahora son Reyes de nuestro futbol. Confío en que sabrán defender su corona y que desde ya tendrán en la mira su participación en la Copa Centroamericana 2023.
¡Feliz Navidad para todos!
Este artículo también fue publicado en la sección de Deportes de Nuestro Diario el jueves 22 de diciembre.