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Violencia e injusticia

Carlos Muralles
2 min de lectura

La Fecha FIFA nos dio un respiro después de los violentos sucesos en El Trébol del sábado 5, pero el domingo 20 los inadaptados reaparecieron causando destrozos en el estadio nacional.

Lo más grave de esto es que esos revoltosos han sido consentidos y mimados por la dirigencia de Comunicaciones, la anterior y la actual, que no entienden que crían cuervos para que les saquen los ojos.

En el Clásico 308 los cremas cometieron muchos errores de logística y de cálculo, siendo increíble que hayan pensado que solo doce mil personas llegarían para aprovechar el 2×1, y cuando se encontraron con casi veinte mil, no tenían ni la más mínima idea de lo que tenían qué hacer y mucho menos la seguridad suficiente para controlar a esa multitud, de la que afortunadamente solo un pequeño grupo causó problemas.

En medio de todo ello quedó el descenso decretado de Chiantla y la resolución de la Primera División declarando desiertos sus juegos pendientes, cuando debió anular al menos los de la segunda vuelta, en la que Quiché ganó tres puntos, mientras Chimaltenango y San Pedro sumaron uno, pero los otros seis se quedarán en cero.

Entre violencia e injusticia, así marcha nuestro futbol.

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