Fue el primer equipo en clasificar a la gran final de Rusia 2018. Lo hizo después de ganar su grupo al vencer por lo mínimo, pero si apuros, a Australia y Perú, para luego repartir puntos con Dinamarca en un partido de guante blanco.
El equipo galo hizo después una gran exhibición al vencer a Messi y sus amigos con un engañoso 4-3, dada la abismal diferencia entre uno y otro conjunto. En cuartos el turno fue de Uruguay, que solo pudo poner resistencia unos pocos minutos, y en semifinales la víctima fue Bélgica, que se presentaba con un pleno de victorias pero no pudo cerrarle el paso a los Bleus.
En Francia llama la atención a primera vista el número de jugadores de raza negra llegados en su mayoría de las excolonias o de los territorios que aún están bajo dominio francés, futbolistas que tienen calidad y se han acoplado perfectamente a la estructura diseñada por Didier Deschamps.
Es obvio que todos y cada uno de los seleccionados franceses tienen enormes características y virtudes individuales, pero hay que mencionar sobre todo a los que conforman la columna vertebral, dado que en ese andamiaje descansa gran parte de su éxito.
Reiterando que el rendimiento ha sido parejo de todos los jugadores franceses, señalo al guardameta Hugo Lloris como el primer pilar del seleccionado galo. En todos los equipos es muy importante saber que “tienen portero” y Lloris ha sabido transmitir esa confianza a su cuadro bajo y a todo el equipo.
Sin menospreciar el trabajo de los laterales, destacan en la zona defensiva Raphael Varane y Samuel Umtiti, no solo por la buena marca, anticipación, velocidad, cierres oportunos, etcétera, sino porque ambos han sabido aprovechar su buen juego aéreo para anotar goles en el marco contrario, lo que redondea su destacada actuación.
En el 4-2-3-1 habitual de Deschamps, ese triángulo del medio ha tenido un buen rendimiento, con Paul Pogba y Ngolo Kante como escuderos de Antoine Griezmann. Los dos primeros marcan y distribuyen, mientras el siete es el encargado del desequilibrio.
De los hombres de ofensiva el que más destaca es Kylian Mbappé, cuya juventud, velocidad, explosividad, control, habilidad y remate tienen al mundo hablando de él, perfilándolo no como una estrella a futuro, sino como una indiscutible figura en la actualidad, y vaya si no le ha sido útil al seleccionado galo.
En el papel Francia aparece como un equipo muy equilibrado y con grandes posibilidades de ganar su segunda Copa del Mundo, pero Croacia también tiene lo suyo, sobre lo cual comentaré mañana.
Fotografía: FIFA.com