Antes del partido, los aficionados croatas e ingleses sonreían, pero era una risa llena de nervios, de tensión, de incertidumbre, porque por más fue que tuvieran en sus respectivos equipos, sabían que vencer no sería sencillo.
Un golazo en tiro libre de Kieran Trippier al minuto 5 parecía abrir el camino de Inglaterra hacia la Final de Rusia 2018, pero Croacia no estaba dispuesta a irse sin dar batalla, y esta generación que sufrió en carne propia el desmembramiento de la antigua Yugoslavia y las distintas guerras de independencia, mostró una vez más el carácter para hacerle frente a la adversidad.
La posesión del balón y el dominio de las acciones pasó al lado croata, que comenzó a generar peligro en un partido que a cada minuto se volvía más vibrante. Sin embargo, el tiempo pasaba y el anhelado empate no llegaba, pero eso no hacía desmayar a los ajedrezados, que se lograban recuperar de los avances ingleses y volvían a pasar al frente, encontrando el fruto al minuto 68 con la anotación de Ivan Perisic, en la que quizá hubo juego peligroso, pero el árbitro y el VAR lo convalidaron.
El marcador no se movió en lo que faltaba para los noventa y el 1-1 forzó al tercer partido con tiempos suplementarios consecutivo para los croatas. Aunque Inglaterra también jugó tiempos extras en los Octavos de Final, de su peso cae que el desgaste de Croacia fue mayor y eso lo ponía en notable desventaja frente al equipo de la rosa.
Pero en los treinta de adición el juego siguió teniendo llegadas de ambos y fueron los croatas los que anotaron a los 109 por medio de Mandzukic y, para tristeza de Inglaterra y alegría de muchos alrededor del mundo, Croacia visó su pasaporte para la gran final, en la que ya le esperaba Francia, mientras los ingleses disputarán el tercer puesto con Bélgica.
El pronóstico era difícil, pero pude palpar que en nuestro país había un sentimiento favorable para Croacia, porque sin duda fue un equipo que llegó de puntillas, pero con el exuberante talento de varios de sus jugadores y el corazón que le ponen todos en cada partido, lograron lo impensable: están en la final y son los que mantuvieron la sonrisa.
Fotografía: FIFA.com