Para Guastatoya la tercera fue la vencida, porque en la segunda fue víctima de un arbitraje infame que le cerró el camino a la corona, pero esta vez nada ni nadie pudo impedir que levantara una copa que es suya porque fue el que mejor hizo las cosas.
Toda la gente de El Progreso debe estar muy orgullosa porque Sanarate dominó casi de punta a punta la fase de clasificación y se quedó a muy poco de llegar a la final, mientras Guastatoya barrió a sus adversarios en las etapas decisivas gracias a una buena planificación táctica y estratégica, sin ponerse a inventar el agua azucarada a última hora sino simplemente reafirmando lo que ha venido haciendo desde que ascendió a la Liga Nacional hace cuatro temporadas.
No hay que olvidar tampoco que previo al inicio del Apertura 2016 el equipo oriental sufrió una desbandada de jugadores que se fueron tras el entrenador Ariel Senna, pero el nuevo técnico, Amarini Villatoro, le hizo frente a la situación y con el apoyo de su Directiva fue armando poco a poco un equipo sin grandes nombres, pero con grandes convicciones, que hoy con toda justicia es el monarca del futbol nacional.
Felicitaciones a toda la familia del Pecho Amarillo.
Este artículo también fue publicado en la sección de Deportes de Nuestro Diario el jueves 31 de mayo.