París, 19 Ago 2020 (AFP) – Lejos de sus portaestandartes parisino y lionés que brillan en Lisboa, la Ligue 1 regresa el viernes tras cinco meses de parón que no han alejado la amenaza de la COVID-19 para unos clubes apenas reanimados por un contrato televisivo récord.
De la Liga de Campeones a la «Liga de los talentos»: el lema del campeonato francés suena un poco hueco a unos días de la primera jornada, puesto que este fin de semana algunos de los futbolistas más talentosos de la Ligue 1, los del París Saint-Germain y los del Lyon, estarán ausentes por su participación en las semifinales de la ‘Champions’.
Incluso el Marsella, otro de los grandes que debía iniciar la nueva temporada el viernes por la noche, ha tenido que pasar su turno, tras el aplazamiento de su encuentro contra el Saint Etienne por los casos de COVID-19 en el club sureño.
Finalmente será el estadio ‘Matmut’ Atlantique de Burdeos, que recibe al Nantes el viernes (17h00 GMT), quien tendrá el honor de acoger el primer partido de Ligue 1 en más de cinco meses. Un duelo un poco triste en comparación con las finales de la Liga de Campeones y de la Europa League del domingo y el viernes.
Pero hay que reiniciar la Ligue 1 en algún momento, aunque solo sea para pasar página de la temporada 2019-2020 parada definitivamente por el coronavirus a mediados de marzo, al contrario que la mayoría de campeonatos extranjeros.
Si estos últimos demostraron a posteriori que era posible terminar las ligas durante el verano boreal con estrictas medidas sanitarias, a Francia le toca mostrar ahora a sus prestigiosos vecinos cómo organizar la «temporada de después», pese a una pandemia en clara fase de rebrote.
– «Temores» –
Incluso antes del primer pitido inicial, el fútbol francés ya sabe que se enfrenta a un enorme desafío.
Más de la mitad de los clubes de la élite francesa han tenido o tienen infectados por COVID-19 en las últimas semanas, lo que ha afectado a su preparación y ha motivado la cancelación de numerosos partidos amistosos de pretemporada.
«Los clubes tienen grandes temores», admite un dirigente de la Ligue 1. «Tenemos miedo de estar en una situación en la que durante tres meses tienes el coche en el garaje sin poder sacarlo, y cuando por fin puedes volver a la carretera tienes el riesgo de sufrir averías cada cien kilómetros», apunta.
El objetivo será, por lo tanto, limitar esas averías, a través de un protocolo médico y sanitario, compuesto de 57 páginas y que incluye mascarillas, gestos de distanciamiento social y diversas medidas alrededor de cada partido para reducir los riesgos.
Los jugadores se someterán a test de dos a tres días antes de cada partido. Un partido puede ser aplazado cuando cuatro casos sean detectados en un mismo club en un intervalo de ocho días, lo que se consideraría «circulación activa» del virus, que es lo que le ha ocurrido al Marsella.
«Incluso con la mejor voluntad y el mejor sistema médico, y el mejor control, tenemos riesgos que no dependen de nosotros y que pueden provocar grandes perjuicios», alerta el presidente de su club, consciente de la densidad del calendario.
– ¿Cuánto público? –
El ánimo y el humor parece por lo tanto lejos del ‘show’ que inicialmente se esperaba en el fútbol francés esta temporada para celebrar la llegada de Mediapro, el nuevo gran difusor televisivo del torneo, que asegurará a los clubes grandes cantidades en derechos de retransmisión, en un momento de especial sequía financiera.
El inicio de la Ligue 1 2020-2021 será por el momento discreto para Téléfoot, la cadena del grupo español con capital chino, que lanzó sus abonos esta misma semana, tras las dificultades para cerrar los últimos acuerdos de distribución.
La televisión será la forma de seguir los partidos para muchos en las próximas semanas o meses, ya que por el momento se mantiene en Francia la limitación máxima de 5.000 personas (jugadores, cuerpos técnicos y trabajadores del estadio incluidos), que decidió el gobierno.
Podría haber derogaciones a ese límite general, pero por ahora ninguna prefectura ha asumido ese riesgo.
Lens y Lorient son los recién ascendidos a la élite y los favoritos son los de costumbre, con el París SG como gran nombre, en busca de un décimo título liguero.
Marsella, Rennes o Lyon buscarán poner en riesgo su hegemonía, igual que el Mónaco, que para ello ha contratado al croata Niko Kovac, exentrenador del Bayern Múnich.