París, 9 Ago 2020 (AFP) – París Saint-Germain y Lyon serán los dos únicos equipos de la ‘Final 8’ de la Liga de Campeones cuya liga nacional no se reanudó después del parón por la pandemia del nuevo coronavirus. ¿Acusarán en Lisboa esa teórica falta de ritmo competitivo?
Francia fue contracorriente en abril cuando dio por terminada la Ligue 1 de manera anticipada, con el París SG como campeón y el Lyon en un discreto séptimo puesto. Fue la única de las grandes ligas europeas en no reanudarse, al contrario de lo que hicieron Inglaterra, España, Alemania e Italia.
¿Qué efecto tendrá eso en los dos clubes franceses que aspiran ahora a ser el mejor equipo de Europa?
En el PSG llevan semanas entrenando y disputando partidos. Incluso han jugado dos finales que han ganado, las de la Copa de Francia y la Copa de la Liga francesa, esa última precisamente en la tanda de penales contra el Lyon.
Pero el balance en términos de desgaste físico está siendo preocupante.
Marquinhos, Thiago Silva, Mauro Icardi y Layvin Kurzawa terminaron con problemas esa final de la Copa de la Liga, Kylian Mbappé se lesionó un tobillo en la final de Copa y Marco Verratti se dañó en un entrenamiento. La enfermería está llena en el club parisino.
El miércoles, el PSG será favorito en cuartos de final de la Champions ante el Atalanta, un equipo que estará privado de una de sus estrellas, Josip Ilicic, pero que tiene mucho más ritmo de alta competición que el campeón francés, ya que la Serie A se disputó a ritmo intenso en julio y acabó el primer fin de semana de agosto.
Durante ese tiempo, el PSG ha tenido que ir preparando la Champions como ha podido. Las finales de Copa han ayudado a reencontrarse con las sensaciones de los partidos oficiales, pero no son comparables a la inercia que acompaña al equipo de Bérgamo.
– «Injusticia» –
«Jugamos un cuarto de final de la Liga de Campeones, no un amistoso», afirmó el miércoles el técnico del PSG, Thomas Tuchel, tras un duelo de preparación ante el Sochaux, de segunda división (victoria del equipo de la capital por 1-0).
Su director deportivo, Leonardo, no quiere «excusas», pero esa noche, ante un grupo de periodistas, admitió ese obstáculo añadido que tiene su equipo en comparación con formaciones de otros países, que fueron retomando sus ligas en mayo o junio.
«Nuestro ritmo se rompió», lamentó Leonardo. «No se pone a los equipos franceses en las mejores condiciones para la Liga de Campeones», señaló el brasileño.
El preparador físico del Lyon, Paolo Rongoni, hizo el mismo análisis unos días antes: «No jugaremos con las mismas armas. No nos dejan tener todas nuestras opciones, eso es frustrante», declaró.
Leonardo dirigió su reproche a las instancias del fútbol francés, Federación nacional (FFF) y Liga de Fútbol Profesional (LFP). Esa última incluso decidió comenzar la temporada 2020-2021 de la Ligue 1 el mismo fin de semana (22-23 agosto) en el que se disputa la final de la Champions en Lisboa.
El presidente del Lyon, Jean-Michel Aulas, no ha dejado de clamar contra la «injusticia» que a su juicio suponía no reanudar la liga francesa tras el parón por la pandemia. Su club, séptimo, se quedaba sin plaza europea para el próximo curso y estimaba que generaba «un gran obstáculo» de cara al desenlace de la Liga de Campeones 2019-2020.
Nicolas Dyon, expreparador físico de Rennes, Saint-Etienne y Niza, incide en lo importante que es el ritmo de competición.
«Prefiero un jugador en modo competición que otro en modo preparación. El cuerpo, los músculos y el cerebro graban las intensidades de la competición, hace falta un cierto tiempo para reprogramarlos», analiza en declaraciones a la AFP.
Para la UEFA, el tiempo dirá si pesa más la falta de ritmo de competición o si por el contrario ello suma un plus en términos de frescura física.
«Esta temporada es muy especial. Va a terminar de una manera diferente, será muy difícil ver exactamente qué puede ser una ventaja o una desventaja», estimó Aleksander Ceferin, presidente de la confederación que dirige el fútbol europeo.