Londres, 11 Jul 2020 (AFP) – Como un símbolo del parón del fútbol internacional: el estadio de Wembley, que habría debido albergar el domingo la final de la Eurocopa-2020 ante 90.000 espectadores, deberá contentarse con una final de ascenso a la segunda división inglesa, disputada a puerta cerrada debido a la pandemia del coronavirus.
Esta 16ª edición de la Eurocopa, cuyo aplazamiento de un año fue decidido a mediados de marzo por la UEFA, habría tenido que desarrollarse en doce ciudades de doce países, del 12 de junio al 12 de julio. Pero apareció el coronavirus.
Si planeaban dudas sobre la capacidad de tres ciudades para albergar la competición continental, según la UEFA, la propia instancia confirmó finalmente a mediados de junio el mantenimiento de la Eurocopa en su formato inicial.
Los partidos se disputarán por tanto del 11 de junio al 11 de julio de 2021 en Ámsterdam, Bakú, Bilbao, Bucarest, Budapest, Copenhague, Dublín, Glasgow, Londres, Múnich, Roma y San Petersburgo.
– Regreso en septiembre –
Aunque el inicio será dentro de once meses, los miles de kilómetros entre algunas ciudades organizadoras, las restricciones de viaje y las medidas de cuarentena debido a la pandemia podrían haber tenido un impacto sobre la capacidad de los aficionados a desplazarse.
La esperanza está permitida, con la reanudación el mes de mayo de la mayoría de los campeonatos europeos, a puerta cerrada, pero el fútbol internacional está parado desde noviembre pasado.
Se reanudará en septiembre con la Liga de las Naciones, tras casi diez meses de parón. Un paréntesis casi inédito, lo nunca visto desde el final de la Segunda Guerra Mundial.
El partido entre Alemania y España, el 3 de septiembre, será el primer choque de esta competición, mientras que los campeones del mundo franceses exhibirán su camiseta con dos estrellas sobre su escudo dos días más tarde contra Suecia, después de 300 días de pausa forzada.
Los campeones del mundo tendrán un calendario cargado, con seis partidos de Liga de las Naciones, frente a Croacia, Portugal y Suecia, así como dos amistosos frente a Ucrania y Finlandia por confirmar, es decir ocho encuentros en menos de tres meses.
Pero si el fútbol se reanuda poco a poco, con las fases finales de la Liga de Campeones y de la Europa League, en Portugal y en Alemania, el impacto financiero de la pandemia se hace sentir.
«Soy consciente de que debemos proteger a los equipos nacionales, ya que el fútbol internacional constituye para la gran mayoría (de las federaciones) una cuestión de supervivencia», declaraba en abril Gianni Infantino, el presidente de la FIFA.
– Pérdidas en Wembley –
La Federación Inglesa de Fútbol estima de este modo que podría perder unos 335 millones de euros (378,2 millones de dólares) durante los cuatro próximos años, debido a la disputa de partidos a puerta cerrada, del aplazamiento de la Eurocopa-2020, donde las semifinales y la final deben disputarse en Wembley, y de la Eurocopa femenina de 2021, trasladada a 2022.
En el plano deportivo, este paréntesis forzado ha tenido en cambio un impacto positivo para la selección inglesa, que no habría podido contar en la Eurocopa, si se hubiera jugado este año, con dos de sus mejores jugadores, Harry Kane y Marcus Rashford, que tuvieron lesiones graves en enero, respectivamente en un muslo y en la espalda.
Pero pueden tener también más competencia dentro de un año. Con la reanudación de la Premier League han aparecido nuevos talentos que podrían tener sitio en la delantera del equipo de Gareth Southgate en 2021.
Con solo 18 años, Mason Greenwood, del United, y Bukayo Saka, del Arsenal, han mostrado que podrían pelear por un puesto en la Eurocopa.
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