San José, 20 Mayo 2020 (AFP) – Dos modestos clubes de Costa Rica, Guadalupe y Limón, cargaron con una responsabilidad que era impensable a principios de año: dar el puntapié del reinicio del fútbol en todo el continente americano, suspendido desde marzo por la pandemia del nuevo coronavirus.
A puertas cerradas, el duelo entre guadalupanos y limonenses se jugó en horas de la tarde en el estadio Eladio Rosabal Cordero de Heredia, 10 kilómetros al noroeste de San José, sede alterna de Guadalupe, que ganó por 1-0.
El único país latinoamericano que no suspendió su campeonato de fútbol fue Nicaragua, un país de poca tradición en este deporte que no ha adoptado mayores acciones para contener la pandemia del nuevo coronavirus.
El juego entre Guadalupe y Limón de este martes tuvo la particularidad de que fue transmitido en un canal por cable cuya participación va a la zaga de otras televisoras, por lo que muchos aficionados debieron seguirlo en transmisiones piratas en Facebook o YouTube. Este año el fútbol costarricense dejó de transmitirse en televisión abierta.
– Un gol sin abrazos –
Guadalupe ganó con un gol al minuto 9 de Arturo Campos, quien corrió para celebrar la primera anotación de esta nueva era del fútbol, mientras sus compañeros se acercaron a chocar puños. Nada de abrazos en este partido.
«El partido fue difícil, todos venimos sin el ritmo de juego que teníamos antes de la suspensión, pero es una alegría volver a jugar», comentó Campos tras el partido, mientras el periodista que lo entrevistaba se mantuvo a más de un metro de distancia.
Las gradas del estadio estaban vacías, y la prensa tenía la presencia mínima de una televisora y algunas radios.
Los técnicos y jugadores de banca se sentaron distanciados entre sí y debieron mantenerse con cubrebocas, aunque en algunos momentos los entrenadores se los removieron para gritar instrucciones.
En una ocasión, el técnico limonense, Luis Fernando Fallas, reclamó una decisión arbitral, y en respuesta recibió una llamada de atención por no tener puesto el cubrebocas.
Cada equipo realizó cinco cambios, siguiendo la autorización de la FIFA, y todos los que ingresaron al estadio debieron tomarse la temperatura como parte del protocolo de la Unión Nacional de Clubes de la Primera División (Unafut) y la Federación Costarricense de Fútbol (Fedefutbol).
Bajo el nuevo protocolo está prohibido que los jugadores se abracen o escupan en el campo, al tiempo que los balones deben ser desinfectados antes del inicio del partido y al medio tiempo.
Costa Rica pudo reanudar su torneo de fútbol gracias a su bajo nivel de contagios y letalidad por la covid-19 desde que el pasado 6 de marzo se detectara el primer caso de la enfermedad. Nueve días después se detuvo el Torneo de Clausura 2020.
Este país centroamericano de cinco millones de habitantes registró hasta este martes 882 casos de Covid-19 con 10 muertes, una letalidad de 1,2%.
El presidente de la Unafut, Julián Solano, aseguró que «estamos retornando al fútbol porque tenemos un sistema de seguridad social que nos ha permitido controlar la pandemia».
«No solo el fútbol está retornado, hay otras actividades que han sido autorizadas por el gobierno. Todas con un protocolo refrendado por las autoridades», agregó Solano, en referencia a la paulatina reanudación de actividades suspendidas para contener la propagación del nuevo coronavirus.
El partido Guadalupe-Limón marcó el inicio de la fecha 16 del torneo de Clausura, que deberá concluir a más tardar el 1 de julio.
Este martes en horas de la noche se enfrentaban Cartaginés-Alajulense y el miércoles se disputarán los restantes cuatro partidos de la fecha.
El miércoles a última hora se disputará el partido más esperado de la fecha, entre el líder del Clausura, Saprissa, y el vigente campeón, Herediano.