En plena Semana Santa somos testigos de la agonía de Petapa, un club que no hace mucho nos entusiasmaba con su buen futbol y con el protagonismo que estaba logrando.
Que nadie olvide que los Periquitos terminaron segundos en la fase de clasificación del Clausura 2017, dos unidades abajo de Municipal, y en el Apertura 2017 repitieron la segunda posición con los mismos puntos que el líder Antigua. Pablo Centrone había dejado una buena base y Ramiro Cepeda supo sacarle provecho para llevar a Petapa a posiciones totalmente inesperadas.
Pero después vinieron las decisiones administrativas equivocadas, la reducción del presupuesto y, por tanto, la conformación de un plantel de menor calidad, el poco o nulo mercadeo, las deudas, el error de aceptar jugar los viernes en una ciudad dormitorio, lo que agravó aún más el déficit económico, siendo el resultado de la suma de factores que Petapa puede quedar sentenciado si pierde el Jueves Santo en su duelo contra Chiantla.
Si esto no sucede, la agonía se prolongará una semana más, pero la situación de Petapa es irreversible, por lo que no queda más que esperar y desear que retorne pronto a la Liga Nacional.