El domingo 16 pasó casi de manera desapercibida el vigesimosexto aniversario de la tragedia en el estadio Mateo Flores, hecho que no debemos olvidar para que por imprudencia, negligencia o avaricia nunca vuelva a suceder un hecho como este, que enlutó a casi un centenar de familias guatemaltecas.
Entre tanto, la Selección Nacional enfrentará el domingo a Catar, anfitriona de la Copa del Mundo que inicia dentro de un mes. No será la primera vez que Guatemala juegue contra un equipo local, luego que en 2010 enfrentara a Sudáfrica el 31 de mayo, partido que nueve años después se supo que había sido amañado, lo que originó la suspensión de por vida del árbitro nigeriano que dirigió el encuentro.
Mucho antes de esa sanción, varios jugadores nacionales también habían corrido con la misma suerte, aunque era un secreto a voces que Ramírez, Flores y Cabrera solo fueron chivos expiatorios de un grupo mucho más grande de futbolistas que fueron seducidos con el dinero fácil. Justo es decir que ninguno de los tres ha aceptado su culpabilidad.
Ahora seremos rivales de Catar en Málaga, España, una nueva vitrina para nuestros jugadores y ojalá esta vez el resultado no sea adulterado por mafiosos.
Este artículo también fue publicado en la sección de Deportes de Nuestro Diario el miércoles 19 de octubre.
Nota del Autor: La Real Academia Española indica que el nombre de este país asiático se escribe Catar en nuestro idioma, aunque en árabe se denomina Qatar. En cualquier caso, es aceptable la utilización de las dos formas. Yo he preferido escribirlo en español.
La fotografía ilustra una práctica de entrenamiento de la Selección Nacional en tierras españolas.