Guatemala tenía que ganar los seis puntos de local en la Liga de Naciones, porque ir a buscar la clasificación a Costa Rica es una tarea difícil, lo que nos obligaba a dejar encaminadas las cosas en el estadio nacional.
Pero al partido clave contra los ticos entramos acelerados, ansiosos y precipitados, lo que se tradujo en algunos minutos de vértigo que no fructificaron, hasta que los ticos nos quitaron el balón y emparejaron las acciones.
En gran medida lo sucedido era producto de tener un medio campo que no solo no genera juego ofensivo, sino que tampoco tiene la capacidad para dar pausa y provocar cambios de ritmo, lo que hace que nos aloquemos dentro de la cancha.
En el complemento de nuevo nos fuimos con todo, haciendo muchos centros, pero muy pocos remates, mejorando en el manejo cuando entró Oscar Castellanos, pero para entonces Costa Rica estaba contenta con el empate y ya poco o nada se podía hacer.
Ahora tendremos que ver hacia donde no queríamos, porque si Guadalupe gana el doble juego con Martinica hará nueve puntos y eso nos obligará a vencer de visita a Guyana y también a los ticos, porque de otra manera quedaremos eliminados.
Teníamos que ganar aquí, pero fallamos.
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Este artículo también fue publicado en la Sección de Deportes de Nuestro Diario el miércoles 11 de septiembre.
