Estoy en la primera fila de los que aplauden cuando la Selección Nacional tiene partidos internacionales, porque nos ayudan en la clasificación mundial y los jugadores crecen por el rodaje que adquieren.
Pero no está de más recordar que para eso fueron creadas las Fechas FIFA, en las que las Ligas se detienen y los combinados nacionales disputan uno o dos partidos, amistosos u oficiales, por lo que salirse de ese calendario internacional lo único que provoca es desorden.
Si a eso agregamos que estamos en el cierre de la fase de clasificación, en la que los equipos iban a disponer de una semana larga para planificar la última jornada, que puede ser clave para muchos de ellos, a cambio de ello tendrán una recalendarización que solo dejará tres días entre las jornadas 21 y 22, con el agravante de que tres días después comenzarán las etapas decisivas del torneo.
En lo deportivo no ganaremos nada contra Nicaragua y no se cuánto llegará a las arcas de la Federación por este partido sacado de la manga, por lo que también puedo pensar mal y creer que más de alguno se salpicó de buena manera para dar luz verde a la participación del equipo azul y blanco en el momento menos conveniente.
Este artículo también fue publicado en la sección de Deportes de Nuestro Diario el miércoles 16 de noviembre.