Sololá empató casi sobre la hora gracias a un polémico penal que le hizo ganar un punto que le mantiene con vida en su lucha por la permanencia.
El encuentro fue muy disputado de principio a fin, pero lamentablemente fue manchado por las decisiones arbitrales localistas de Sergio Armando Reyna.
El inicio del partido fue frenético, porque antes de los dos minutos Benedicto Aldana cobró un tiro de esquina por la izquierda, el cual fue desviado en el aire por Edwin Chacón con el taco y convirtió el 1-0 que hizo delirar a los asistentes al estadio Xamba 94.
Pero la alegría no duró mucho, porque a los seis minutos Luis Ángel Landín le ganó la espalda a Chacón en un servicio frontal y su cabezazo dejó sin oportunidad a Víctor Bolívar para el 1-1.
En los siguientes minutos Guastatoya se convirtió en claro dominador, mostrando un equipo mejor estructurado y de mayor jerarquía, pero al que le faltó contundencia, lo que hizo que en base a pundonor los occidentales lograran equilibrar el trámite del encuentro, aunque sin contar tampoco con grandes oportunidades para anotar.
De hecho, después de los goles lo más peligroso fue un tiro libre de Néstor Jucup que salvó Víctor Bolivar abajo y a la derecha. No hubo más en un primer tiempo que comenzó vibrante, pero que se fue tornando bastante aburrido.
En el segundo período Guastatoya se apoderó de nuevo de las acciones y merced a ello se puso adelante en el marcador, luego que Landín centró desde la izquierda, Vargas no pudo rematar pero sí lo hizo Marco Tulio Rivas, Enoc Vásquez salvó en la línea pero el balón le volvió a quedar a Rivas para que convirtiera el 1-2 al 58.
Previo a ello había sucedido la primera gran polémica del partido, cuando Elías Enoc Vásquez sujetó y derribó dentro del área a Luis Ángel Landín, pero el árbitro Reyna cerró los ojos. Su grueso error no pareció tener mayor trascendencia porque poco después el Pecho Amarillo se puso en ventaja, pero tras el gol Sololá adelantó sus líneas y, con más pundonor que futbol se fue al abordaje en busca del empate.
Los locales contaron con varios tiros de esquina, pero los desperdiciaron todos y, de esa manera, parecía que los orientales tendrían un cierre de partido tranquilo, hasta que llegó la segunda gran polémica al minuto 81, cuando Wilson Pineda cometió mano en la esquina del área grande, pero la misma estaba condicionada por un claro desplazamiento de Eliser Quiñones.
El colegiado no se atrevió de entrada a marcar el penal, por lo que descargó la responsabilidad en alguno de sus auxiliares, no se sabe si en el Asistente 2, que estaba a 60 metros de la jugada, o en el cuarto oficial, que estaba a no menos de 40…
Lo cierto es que se marcó el penal y Quiñones lo convirtió con un tiro fuerte y por abajo, con lo que al 85 el marcador señalaba 2-2.
En el tramo final hubo tiempo para un conato de bronca luego de una falta de Rubén Darío Morales sobre Eliser Quiñones, que se saldó con tres amarillas, incluyendo una para el DT de Sololá Silvio Rudman, mientras que en lo futbolístico, Guastatoya estuvo cerca de la victoria pero Nicolás Martínez falló su remate cuando recibió frente al marco sin ningún adversario cerca de él y con Bolívar completamente jugado.
Por lo que fue el partido es probable que el 2-2 pueda catalogarse como un marcador justo, pero si nos damos cuenta de la incidencia que tuvo el árbitro Sergio Armando Reyna en el resultado, seguramente coincidiremos en que se le hizo daño al Pecho Amarillo y se le dio una pequeña bocanada de aire a Sololá en su lucha por no descender.
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