Este miércoles se cumplen 19 años del último título que consiguió la Selección Mayor de Guatemala, el de la Copa de Naciones de la UNCAF, en Honduras, en el 2001.
Aunque valoro el desempeño de los jugadores, quienes se fajaron contra todo pronóstico para quedarse con el cetro, creo que gran parte del éxito fue la sapiencia del seleccionador Julio César Cortés.
A sus pergaminos como jugador, tres veces mundialista con Uruguay, y su paso por Municipal, se sumó su exitosa etapa como entrenador en la que destacó el título del 1983 con Suchitepéquez, en una extensa carrera que lo catapultó a la Selección.
Para la competencia, en Honduras, “el Pocho” dejó fuera a varios referentes de la Bicolor, que meses atrás habían caído estrepitosamente ante Costa Rica en el repechaje para acceder a la hexagonal y apostó por un grupo con experiencia y juventud, pero homogéneo en búsqueda del objetivo.
No dudó en expulsar de la concentración a los experimentados, Erick Miranda, Claudio Rojas y César Trujillo, quienes cometieron actos de indisciplina en Honduras.
El título fue la guinda al pastel del proceso del Pocho, que aunque no trascendió en la Eliminatoria y en la Copa de Oro, la continuidad fue fundamental para alcanzar el objetivo.
Tras su salida, las autoridades por aquellos días tomaron la decisión cuasi cómica de reemplazarlo con el novato entrenador mexicano Víctor Manuel Aguado, en un experimento en el que Guatemala perdió su tiempo.
En la actualidad, la Bicolor tiene en Amarini Villatoro un entrenador que también entiende la idiosincrasia del futbolista nacional y que esperamos vaya madurando sus ideas para alcanzar los objetivos, ya que en la Fedefut no faltan “interesados” en llevar a otro técnico mexicano.
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Dos uruguayos le han dado glorias a Guatemala en el futbol, primero el Norceca ganado por don Ruben Amorin Matos (Q.E.P.D) y despues Julio Cesar Cortez con la Uncaf de ahi han pasado una infinidad de tecnicos mayormente argentinos y no han dado absolutamente nada. Gracias Amorin y Cortez.