Debido a la pandemia, el inicio de temporada del campeonato chino había sido aplazado ‘sine die’, y el equipo permaneció en Andalucía, en el sur de España, donde realizaban un ‘stage’ de preparación desde finales de enero.
Pero España, a su vez, también instauró el confinamiento general para luchar contra la propagación del COVID-19.
«Después de un día inolvidable y arduo, el equipo llegó a Shenzhen a las 15H00 del lunes 16 de marzo y se reencontró con su madre patria», explicó el club, evocando pasajes «largos y difíciles» por los servicios de inmigración y los controles sanitarios.
Según informaciones de prensa, la expedición del Wuhan Zall quedó temporalmente bloqueada en Fráncfort, en Alemania, antes de poder tomar un vuelo rumbo a China.
Luego de su llegada a suelo chino, los jugadores del Wuhan Zall tuvieron que esperar 12 horas para llegar a su hotel en Shenzhen (sur), a causa de los férreos controles impuestos en China para erradicar la propagación del COVID-19.
Los jugadores y su entrenador español José González están en aislamiento durante quince días y desconocen cuándo podrán regresar a sus hogares, según la agencia de prensa Xinhua.
El equipo no puede acudir a Wuhan, a cerca de 1.000 kilómetros de Shenzhen, ya que la ciudad y su provincia, donde el nuevo coronavirus apareció en diciembre, fueron puestas en cuarentena a finales de enero, con más de 50 millones de habitantes aislados del mundo.
«Luego del periodo de aislamiento requerido en Shenzhen, el Wuhan Zall volverá a los entrenamientos», precisa el club, que abandonó el fin de semana España, segundo país europeo más afectado por la pandemia, con más de 300 muertos.