Todas esas personas tenían problemas de salud y, con la excepción de una, debían someterse a nuevos exámenes médicos para detectar posibles riesgos, según el Comité Organizador Mundial 2022.
Estos exámenes, junto con los últimos informes médicos electrónicos y la supervisión de la salud mental de los trabajadores, se introdujeron tras las críticas de organizaciones de derechos humanos sobre las condiciones de trabajo de los trabajadores en Catar.
«Con respecto a cada muerte, independientemente de lo que piensen las oenegés, hemos prestado la máxima atención», declaró a la AFP Mahmoud Qutub, director ejecutivo del Consejo Supremo para el Bienestar de los Trabajadores. «El reconocimiento médico general, como medida preventiva, ha sido probablemente uno de los programas más eficaces que hemos puesto en marcha», añadió.
En 2018, sólo un trabajador falleció en un accidente de trabajo en la obra del estadio Al Janub. Durante el mismo período se notificaron 10 muertes no relacionadas con el trabajo.
La mayoría de los 2,75 millones de residentes de Catar, de los cuales 90% son extranjeros, proceden de países pobres y trabajan en proyectos del Mundial-2022. De ellos, sólo unos 26.000 están empleados directamente en proyectos del Consejo Supremo de Organización.