Con el anuncio hecho por Leipzig el miércoles de que su confrontación prevista este sábado contra Friburgo iba a desarrollarse en un estadio vacío, son ahora los nueve partidos de Bundesliga entre viernes y domingo los que se jugarán a puerta cerrada.
La situación solo afecta por el momento a este fin de semana, y las decisiones continuarán siendo tomadas caso por caso en las fechas siguientes.
El miércoles, el Hanóver anunció que su defensa central Timo Hübers dio positivo al coronavirus. Se trata del primer caso conocido entre los futbolistas profesionales alemanes.
El jugador de 23 años fue colocado en cuarentena en su domicilio. Todos sus compañeros serán sometidos a análisis.
En Leipzig, el día después de su clasificación histórica para los cuartos de final de la Liga de Campeones, en un estadio lleno, el club tuvo que rendirse a lo inevitable: «Con el corazón roto, acabamos de decidir, debido a la situación actual, jugar nuestro partido en casa el sábado contra el SC Friburgo sin espectadores», tuiteó el club alemán.
Antes, se había anunciado que los partidos Unión Berlín-Bayern Múnich y Eintracht Fráncfort-Borussia Mönchengladbach se jugarían este fin de semana a puerta cerrada, indicaron las autoridades de estas dos ciudades.
Alemania es un Estado federal y corresponde a las autoridades regionales decidir si los partidos deben jugarse en presencia de público o no.
Hasta ahora, cinco estados federales alemanes (Länder) ya han prohibido reuniones de más de 1.000 personas, lo que afectaría a los partidos de fútbol.
En ausencia de una regla general actualmente fijada, ciertos partidos de la jornada del campeonato siguiente, la 27ª, como por ejemplo Maguncia-Leipzig o Friburgo-Werder Bremen, podrían teóricamente jugarse con espectadores. Salvo en caso de prohibición regional decidida antes.
Una situación que exaspera al diario Bild, que en una editorial del miércoles critica «la locura del federalismo» y exige «que una línea clara sea dictada para todo el país».