En los últimos grandes torneos están dejando de aparecer las clásicas en las fases finales, lo que demuestra una revolución de las pequeñas selecciones en Europa.
Francia, Suecia, Bélgica, Rusia, Inglaterra y Croacia son las selecciones europeas que han alcanzado los cuartos de final de la Copa del Mundo del 2018. De estas seis, solo Francia y Bélgica repiten con respecto a la última edición, en la que Alemania logró levantar la copa de campeones.
Y es que, si echamos la vista hacia atrás en dicha competición, parece que en Europa se está viniendo una revolución de las selecciones que menos nombre tienen. Ya en la pasada Eurocopa, la del 2016, se pudo ver este inicio de la rebelión, que amenaza con acabar con el reinado de las clásicas.
En ella, ya se veía en cuartos de final que no estaba siendo un campeonato como los últimos. Alemania, Italia y Francia partían como grandes favoritas para alzarse con el título, sin embargo, las “pequeñas selecciones” iban a poder con ellas. En esa eliminatoria se encontraban otros sorprendentes equipos como Gales, Polonia, Islandia o Portugal, que finalmente logró imponerse en dicha Eurocopa.
Ya antes del comienzo de esta Copa del Mundo, dos selecciones con tanto historia como Holanda e Italia no lograron clasificarse para la fase final, en lo que supuso el comienzo de la historia. Después, España y Alemania, las dos últimas campeonas y dos de las máximas favoritas en las apuestas de fútbol de bet365, no llegaron a mostrarse todo lo fuertes que deberían y cayeron de manera prematura en octavos de final y en la fase de grupos, respectivamente.
Por el momento, parece que solo Francia es la única selección clásica que ha conseguido estar entre las ocho mejores del planeta, aunque la realidad es que hasta el 2014 llevaba varios años desaparecida del primer escalón europeo. Sin ir más lejos, en la Copa del Mundo del 2010 ni siquiera pasó la fase de grupos, siendo esta una época bastante regular para el fútbol galo.
La otra selección que más o menos está teniendo una regularidad en este tiempo es Bélgica, pues tanto en la Eurocopa 2016 como en Brasil 2014 alcanzó los cuartos de final, siendo este el tercer campeonato consecutivo que llega a esta ronda.
Todo esto demuestra una sublevación, deportivamente hablando, de selecciones olvidadas que, a pesar de no tener la calidad de las más grandes, han sabido encontrar la manera de competir ante estas. Aquí podríamos encuadrar a equipos como Croacia, Suecia, Islandia, Dinamarca o Suiza, que no disponen de una plantilla plagada de figuras, pero son capaces de competir contra Italia, España o Alemania, las últimas tres campeonas mundiales y máximas candidatas para cada torneo que disputan.
Por todo ello, la Eurocopa del 2020 apunta a ser apasionante. Para llegar a esta habrá que pasar una fase de clasificación muy potente, donde seguramente alguna de las favoritas ya caiga eliminada, para después enfrentarse en unos grupos donde la experiencia ya contará incluso más para ciertas selecciones como Bélgica, Croacia o Suecia que para otras como la propia Alemania o España. Una nueva manera de entender el fútbol ha abierto el camino hacia la gloria a equipos que jamás se lo podrían haber planteado. Pura esencia del deporte rey.