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Estrepitoso fracaso del Tiki-Taka

Carlos Muralles
Carlos Muralles
5 min de lectura

Con poco futbol, pero con temple a la hora de los penales, Rusia eliminó a España y se verá en Cuartos de Final con Croacia.

De la furia española no quedó nada, yéndose prematuramente del torneo en compañía de Dinamarca, que claudicó frente a los croatas, también en tiros desde los once metros.

Es probable que solo algunos habitantes de la Federación Rusa hayan tenido esperanza de que su equipo avanzara a los Cuartos de Final, mientras el resto del mundo apostaba por España, porque a la Roja se le considera un equipo grande en el concierto de las naciones, sobre todo después de sus dos Euros y el Mundial de Sudáfrica, pero los ciclos terminan y los sistemas se modernizan, por lo que quienes están aferrados a seguir con lo mismo que dio frutos hace ya buen tiempo se encuentran con frustraciones como las de España en Brasil 2014 y hoy en Moscú.

74% de posesión del balón, 1,137 pases, nueve tiros a la portería en 120 minutos y una anotación, por cierto, autogol, es lo que resume la debacle de los españoles.

Si fuéramos fanáticos de las matemáticas les diríamos que España necesitó 126 pases para hacer un remate al marco, guarismos que hablan por sí solos de lo patético del futbol ibérico.

Todo esto dio como resultado un partido que en la mañana de este domingo invitaba a seguir durmiendo, porque Rusia estaba empecinada desde el minuto 1 en llevar el juego hasta los penales, y lo logró, mientras España no abandonaba por nada el Tiki-Taka a pesar de vivir en carne propia lo inservible de sus pasecitos.

De esa manera, los dos hicieron sufrir un aburrimiento terrible a cientos de millones de espectadores alrededor del mundo, muchos de los cuales clamaban porque se acabara ese suplicio.

Al final Rusia ganó por penales, lo que es demasiado premio para un equipo cuya única virtud es el orden, pero para España fue un merecido castigo y ojalá le sirva para cambiar de una vez por todas esa forma de jugar y ser más frontal, terminar sus acciones de ataque y crear abundantes ocasiones de gol, lo que los aficionados del planeta le agradeceremos.

En nuestro país estamos iniciando en estos días los entrenamientos con la sub-20 y más tarde se hará con la mayor, prácticas en las que se inculcará en los jugadores el Tiki-Taka. El seleccionador está a tiempo de darse cuenta que con eso no llegaremos a ningún lado, por lo que más nos valdría fijarnos en otros sistemas y otros métodos de trabajo, aspectos en los que talvez le pueda asesorar el técnico campeón Amarini Villatoro.

El partido de mediodía fue el típico duelo entre dos equipos europeos de segunda línea, que se esforzaron al máximo por neutralizar a los creativos adversarios para dar por resultado una lucha incesante en el medio campo, en donde los defensivos terminaron imponiéndose la mayoría de veces.

El gol tempranero de Dinamarca apuntaba para que el juego se rompiera, pero Croacia empató pronto y todo volvió a los planteamientos iniciales, en el que ambos fueron calculadores, tratando de llegar al área contraria con el balón dominado y definiendo desde la media distancia.

Sin embargo, tampoco hubo grandes emociones y el juego se tornó aburrido hasta que el ingreso de Kovacic liberó a Modric y eso le dio más empuje a los croatas, pero también generó más espacios para los daneses, a pesar de lo cual fue inevitable que el encuentro se fuera a tiempos extras.

En ellos retornó el mutuo respeto y las pocas oportunidades, hasta que Kasper Schmeichel le detuvo un penal a Luka Modric en el minuto 118 y eso obligó a la definición con disparos desde los once metros.

En ellos quedó escrita la historia de la victoria de Croacia 3-2.

El balance del día fue de dos partidos en los que la emoción solo llegó a la hora de los penales, pero confiamos en que el lunes y el martes tengamos los restantes encuentros de Octavos de Final con más ocasiones de gol y más jugadas para recordar.

Fotografía: FIFA.com

 

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