El primero que salió con esa cantaleta hace algunas semanas fue Hernán Medford, pero en sus bravuconas declaraciones olvidó decir que recibió un equipo que con Machaín y Almeida jugaba al pelotazo, pero quedó segundo, mientras con él jugaron a lo que saliera y terminaron novenos.
La misma excusa fue presentada por Willy Olivera y agregó que cuando fue campeón él había diseñado el plantel. Olvidó decir que recibió una columna vertebral con Paredes, Benítez, Márquez y Contreras, la que se complementó muy bien con Herrera y Blackburn para el penta y el hexa, pero después estos elementos, excepto Márquez, fueron sacados uno a uno por el triunvirato que integraba con Julio González e Iván Franco Sopegno, por lo que también es responsable de desarmar el equipo y dejarlo sin sus líderes y referentes.
Ahora bien, sería interesante que los señores Medford y Olivera nos dijeran cuál es la razón por la que Pablo Centrone sí pudo hacer competitivo un equipo al que Trujillo y Cordero llevaban directo al descenso. Él no armó a Sanarate, pero con conocimiento, inteligencia y mucho trabajo lo llevó a la semifinal y a lo mejor resulta campeón.
¿Verán esto los dirigentes cremas y rojos?
Este artículo también fue publicado en la sección de Deportes de Nuestro Diario el miércoles 9 de mayo.