Lisboa, 16 Ago 2020 (AFP) – Entre los resultados inesperados y la demostración de potencia del fútbol alemán, el inédito formato de la ‘Final 8’ de la Liga de Campeones en Lisboa dejó las primeras conclusiones tras los cuartos; calor en el ambiente y sobre el césped, pero frío glacial en las tribunas.
– Lo positivo –
. Un formato para las sorpresas
La ‘Final 8’, con su formato de partido único, iguala las fuerzas de los contendientes, lo que ha provocado más de una sorpresa. Y el hecho de jugarse el todo o nada a 90 minutos ha beneficiado al espectáculo por la mayor fluidez del juego y por un fútbol más ofensivo.
«Me gustan mucho este tipo de partidos en los que hay que darlo todo, estar presente», afirmó el central brasileño del Paris SG Marquinhos.
Todo puede pasar, y en cualquier momento, como se pudo comprobar en la remontada ‘in extremis’ del PSG ante la Atalanta (2-1), en la sorprendente victoria del Lyon ante el Manchester City (3-1), o con la histórica humillación del Bayern de Múnich al Barça (8-2).
El presidente de la UEFA, Aleksander Ceferin, ya rechazó la tesis de dar una segunda oportunidad a este sistema, implantado ante la urgencia sanitaria provocada por el COVID-19. «El calendario es demasiado denso y tenemos que tener en mente las ligas nacionales», explicó a la AFP el esloveno, quien espera una competición «normal» en el nuevo curso.
«Es bueno para la televisión, pero no todos los aficionados tienen la posibilidad de viajar a ver el partido», lamentó el español del PSG Ander Herrera, favorable a los tradicionales duelos a ida y vuelta.
. Bundesliga reforzada
Entre la demostración de fuerza del Bayern y la sorpresa del Leipzig, el fútbol germano se reivindicó en la ‘Final 8’, donde medirá su potencial con dos clubes franceses en semifinales.
La Bundesliga no veía a dos de sus representantes en semifinales desde 2013. Pero, sobre todo, el país logró colocar a tres entrenadores a las puertas de la final, todos ellos novatos en estas lides: Hansi Flick (Bayern), Julian Nagelsmann (Leipzig) y Thomas Tuchel (PSG).
Es la primera ocasión en que tres equipos semifinalistas de una edición de la Champions están dirigidos por técnicos del mismo país, destacó el periódico deportivo alemán Kicker.
Y cualquiera de los tres podría suceder en el palmarés a otro entrenador teutón, el flamante campeón de la Premier con el Liverpool, Jürgen Klopp (Liverpool).
. Protocolo sanitario
Mientras España y Francia constatan la multiplicación de casos de COVID-19 según se acerca la reanudación de sus ligas, la ‘Final 8’ mantiene el peligro a distancia por el momento, a pesar del temor provocado por los dos casos revelados positivos en el Atlético de Madrid.
«Es muy similar a la Premier League: las restricciones, los controles… La diferencia es que estamos en el hotel y no en casa», describió Guardiola, que se puso en manos «de la buena comida y del buen vino» de Portugal.
Mientras el PSG reservó un hotel entero a su disposición, el Lyon lo comparte con más inquilinos. Para los periodistas, en número muy limitado, el protocolo se traduce en un cuestionario de salud a rellenar antes de acceder al estadio y una toma de temperatura a la entrada.
– Lo negativo –
. Puerta cerrada y ambiente gélido
Los partidos a puerta cerrada y la ausencia de ambiente en la capital portuguesa dan una imagen desoladora a esta ‘Final a 8’, que contrasta con el espectáculo que se ve sobre el césped.
Debido a las restricciones sanitarias, que también desalentaron a los grupos de aficionados a organizar viajes, la UEFA no dispuso el mantel de las grandes veladas.
Sin ornamentación especial, ni ‘fan zone’, cuesta imaginar que el Bayern o el PSG y su constelación de estrellas se encuentren en la ciudad.
Entre los ladridos de perros escuchados durante el Leipzig-Atlético en el estadio José Alvalade, o los tres aficionados ‘colchoneros’ que recibieron al autobús del equipo antes de su llegada para el partido, el ambiente en general es desconcertante.
. El Barça «tocó fondo»
Habrá un antes y un después de Lisboa para el FC Barcelona, quien recibió un correctivo monumental ante el Bayern.
En terreno de Cristiano Ronaldo, Leo Messi se mostró impotente para evitar el naufragio de los suyos.
«Tocamos fondo», reconoció el central Gerard Piqué, quien reconoció que el club «necesita cambios».
ah/jed/bde/iga/gh
ESPRIT HOLDINGS