Milán, 6 Ago 2020 (AFP) – A punto de ser traspasado al Manchester United hace un año, Paulo Dybala se ha convertido otra vez en el talismán de la Juventus, que ha logrado su noveno ‘Scudetto’ consecutivo y que se enfrenta ahora al gran objetivo de la temporada: la Liga de Campeones.
Pero la ‘Joya’ sufrió una lesión muscular el pasado 26 de julio, precisamente en el partido en el que la Juventus se aseguró el título al vencer 2-0 a la Sampdoria, y se encuentra ahora en una carrera contrarreloj por tratar de estar disponible el próximo viernes cuando su equipo reciba al Lyon, obligado a remontar el 1-0 logrado por los franceses, si quiere meterse en la ‘Final 8’ de Lisboa.
De estar casi fuera del equipo, Dybala, de 26 años, se ha convertido otra vez esta temporada en una de las piezas clave del engranaje del equipo de Maurizio Sarri, con 16 goles y 14 asistencias en todas las competiciones, siendo el nexo de unión entre los centrocampistas y los atacantes ‘bianconeri’.
El enganche argentino comenzó la temporada de manera muy discreta, siendo relegado al banquillo por Sarri en varios partidos, pero fue el mejor en el segundo tramo del curso, sobre todo cuando se reanudó el ‘Calcio’ en junio después del parón de más de tres meses por la pandemia del nuevo coronavirus.
Eso le valió para ser elegido el mejor jugador de la Serie A (MVP), por delante de su compañero Cristiano Ronaldo y del delantero de la Lazio Ciro Immobile, Bota de Oro como máximo goleador del fútbol europeo esta temporada.
La semana pasada, Sarri dijo que «el proceso de recuperación va bien», pero admitió que desconocía cuándo podría volver a jugar Dybala, cuya ausencia ante el Lyon, en la vuelta de los octavos de la ‘Champions’ sería un duro golpe para las aspiraciones de los italianos.
No obstante, los medios italianos aseguraron el miércoles que en el club piamontés hay optimismo en que Dybala esté apto para jugar este partido tan importante ante un rival que ya demostró en la final de la Copa de la Liga francesa que puede plantar cara a cualquiera, ya que el todopoderoso París SG sólo logró derrotarle en los penales, tras el 0-0 inicial al término de la prórroga.
– Dos victorias en ocho partidos –
Pese a ganar la Serie A dos jornadas antes del final, cuando la ‘Juve’ sólo aventajaba en un punto a la Lazio en el momento que se detuvo el campeonato en marzo por la pandemia, los resultados y el juego del equipo de Sarri han provocado dudas sobre si será capaz de levantar la eliminatoria frente al Lyon y clasificarse para Lisboa.
De sus ocho últimos partidos en el campeonato, la Juventus sólo logró ganar dos, empatando otros tantos y perdiendo los cuatro restantes, sumando apenas ocho puntos de 24 posibles.
Además, en los 12 partidos de la Serie A disputados desde la reanudación del campeonato, la Juventus encajó 19 goles, casi la mitad de los recibidos en los otros 26 encuentros anteriores.
Sin olvidar que la Juventus perdió en los penales la final de la Coppa ante el Nápoles, justo después del regreso del fútbol a Italia.
Sarri acusó a la Lega de «crear problemas» a su equipo con la programación de los partidos al final del campeonato y amenazó incluso con enviar al equipo filial a jugar contra la Roma en la jornada final, un partido que los juventinos acabaron perdiendo 3-1.
«Nos hemos desconectado en los últimos partidos, ahora tenemos que volver a conectarnos para el Lyon», admitió Sarri tras esa derrota ante los romanos, en la primera ocasión que la Roma se llevaba puntos en su visita al Allianz Stadium (inaugurado en 2011).
«Pero volver a conectarnos no se hará de manera automática», añadió.
Los jugadores de Sarri estarán quizás cansados, pero seguramente estarán mucho más en forma que los del Lyon, cuyo partido ante el PSG fue el primero que jugaban desde comienzos de marzo.
«Es verdad que un equipo que juegue cada tres días estará cansado y tendrá lesiones, pero el hecho de que la Juventus ya haya ganado algo antes te permite recuperar», declaró el técnico del Lyon, Rudi Garcia, entrevistado el miércoles por el diario italiano La Gazzetta dello Sport.
«Jugar 120 minutos contra el ataque del PSG y no encajar un gol es una buena señal. Y no es como cuando te pasas encerrado en tu área todo el partido; la posesión estuvo equilibrada y disparamos más veces a puerta que ellos», añadió el técnico.
El exentrenador de la Roma, que podrá contar con su estrella Memphis Depay una vez que el delantero holandés se haya recuperado de la grave lesión de rodilla que sufrió en diciembre, se espera un encuentro similar en Turín, asegurando que «no vamos a defendernos todo el partido».
«Debemos encontrar la manera de marcar un gol y si esto ocurre será difícil eliminarnos», concluyó.
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