Arrestado en Suiza en diciembre de 2015, Napout se declaró inocente ante una corte neoyorquina de aceptar millonarios sobornos de empresas deportivas a cambio de contratos, pero un jurado popular lo halló culpable dos años después. Fue sentenciado a nueve años de cárcel en agosto de 2018.
Sus abogados pedían su liberación por razones humanitarias a raíz de la pandemia, y de lo contrario, buscan su arresto domiciliario en Miami durante seis meses, o hasta que se conozca el resultado de la apelación.
«La gente en prisión tiene un riesgo mucho más elevado de contraer la enfermedad», dijo el abogado de Napout, Marc Weinstein.
Al final de una audiencia celebrada telefónicamente a raíz de la covid-19, la juez federal de Brooklyn Pamela Chen, a cargo del inmenso caso de corrupción en la FIFA develado en 2015 por el gobierno estadounidense, dijo que fallará sobre un posible arresto domiciliario bajo fianza próximamente.
Pero el fiscal Sam Nitze se opone a ambas medidas. Precisó que en la prisión de Miami donde se halla Napout no hay ningún caso del virus, y aseguró que el ex mandamás de la Conmbeol puede huir del país si es liberado de la cárcel de Miami donde se encuentra. Toda su familia está en Paraguay, señaló.
Napout tomó brevemente la palabra en la audiencia para asegurar que no está en sus planes huir.
«Nunca podría ser un fugitivo. No está en mi naturaleza», sostuvo.
Según el departamento de prisiones, Napout debe ser liberado recién el 9 de agosto de 2025.
Al sentenciar a Napout en 2018, la jueza Chen dijo que tenía «una personalidad oculta» y «perpetuaba la noción de que era un buen tipo al tiempo que recibió 3,3 millones de dólares en coimas en efectivo hasta que fue arrestado, y aceptó recibir más de 20 millones más».
El 30 de marzo, a raíz de la pandemia, la jueza Chen acordó liberar por razones humanitarias al exjefe del fútbol brasileño Jose María Marin, de 87 años, juzgado en el mismo proceso que Napout. La decisión ahorró ocho meses de cárcel a Marin, condenado a cuatro años de prisión.