Sentí una sudoración fría cuando escuché el comentario que Martinica será un rival difícil porque le ha complicado más de algún partido a tal o cual rival, por supuesto, dicho esto por los incondicionales del presidente de la Federación, que más parecía que estaban abriendo el paraguas por si no se logra un resultado positivo ante esta isla francesa que, por ser territorio galo, ni siquiera pertenece a FIFA.
Por eso es importante que en el seno de la Selección Nacional haya conciencia que a los caribeños no solo hay que ganarles, sino hacerlo sin sobresaltos en un partido en el que se pueden y deben poner en práctica algunas ideas que formen parte del plan de juego contra Costa Rica del lunes 9.
Del partido contra Uruguay nos queda la preocupación de tanto balón perdido en salida, cierto desorden en la línea baja, muy poca generación de futbol en el medio y la anemia ofensiva, cosas que se compensaron con el coraje y enjundia mostradas en el complemento y que quizá puedan mejorar con la inclusión de los legionarios.
De cualquier manera, la meta es que el lunes tengamos seis puntos, lo que dejará encaminada a nuestra Selección hacia la siguiente etapa de la Liga de Naciones.
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Este artículo también fue publicado en la Sección de Deportes de Nuestro Diario el miércoles 4 de septiembre.
