El domingo 10 de septiembre se vistió de héroe anotando contra Panamá un golazo que dejó a Guatemala con un hálito de vida en la Liga de Naciones, pero seis días después se puso el traje de villano al hacerse expulsar apenas comenzando el partido contra Municipal, dejando a su equipo en inferioridad numérica durante más de ochenta minutos.
Usted ya sabe que me refiero a Oscar Santis, uno de los mejores jugadores guatemaltecos de la actualidad, que tuvo la fortuna de nacer con grandes condiciones y ser guiado desde muy pequeño por su papá y un grupo de formadores de Deportivo Suchitepéquez.
Nadie descubre el agua azucarada al afirmar que los rivales temen enfrentar a Santis, porque es uno de los futbolistas más desequilibrantes del momento, por lo que no es aventurado pensar que el sábado 16 le tendieron una trampa, y él pecó de inocente al caer en la misma.
El ahora ex entrenador de Antigua, Ronald González, adelantó que a Santis le va a costar recuperar la titularidad, lo que es un castigo que, si se mantiene por el nuevo DT, debe servir para que Lelito reflexione, porque si lo siguen viendo impulsivo lo van a seguir provocando, y nadie más que él puede ponerle freno a esto actuando con una madurez que aún no tiene.
Este artículo también fue publicado en la sección de Deportes de Nuestro Diario el miércoles 20 de septiembre.