La Copa Oro nos permitió ver claros avances de la Selección Nacional y eso nos llenó de optimismo para las siguientes competencias, una de las cuales es la Liga de Naciones de Concacaf que comenzamos en la presente semana.
Sin embargo, en el partido de fogueo sostenido contra Honduras el domingo pasado volvieron a surgir muchas dudas sobre nuestro verdadero potencial, porque fue evidente la superioridad del conjunto catracho, que en la primera parte del encuentro nos arrolló con la velocidad, la potencia física, la verticalidad, el desborde y la presión alta, entre otras cosas, desdibujando por completo al combinado azul y blanco.
En el tramo final del juego las cosas cambiaron un poco, pero que nadie se crea el cuento de que los cambios nivelaron las acciones, porque eso es solo una parte de la historia, siendo la otra que los jugadores hondureños se comenzaron a romper y les dieron la orden de bajar la intensidad.
La figura fue nuestro guardameta Fredy Pérez, mientras el portero de ellos nunca fue exigido, lo que resume lo que fue el partido.
Ojalá con la incorporación de los legionarios se levante el nivel, porque de otra manera la tendremos difícil contra El Salvador y Panamá.
Este artículo también fue publicado en la Sección de Deportes de Nuestro Diario el miércoles 6 de septiembre.