He manifestado decenas de veces mi preocupación por la escasez de recurso humano que hay en nuestro futbol, en el que los jugadores con talento surgen a cuentagotas y casi como generación espontánea, dado el poco o nulo trabajo de formación que realizan los clubes y las Asociaciones Departamentales.
En ese contexto, entiendo perfectamente el problema que enfrentan los entrenadores de las distintas selecciones cuando tienen que integrar un combinado, pero esto no justifica que sigamos buscando afuera a alguien que tenga una gota de sangre guatemalteca para traerlo y ponerle la camiseta azul y blanco, por supuesto, cuando ese futbolista ya ha perdido todas las esperanzas de ser seleccionado en el país en el que nació, porque en caso contrario no vendría ni loco.
Los ejemplos abundan, pero el más reciente es el del inglés Nathaniel Méndez-Laing (foto), cuya papelería podría estar en orden en 2025, cuando él tenga 32 años, pero nadie voltea a ver a Kevin Ramírez, o los hermanos Calderón, Víctor Guay, Sánchez Laparra, Yonathan Pozuelos o el delantero de moda Erick “Kuki” Lemus.
¿Acaso ellos tienen prohibido mostrar sus cualidades en al menos un ciclo de trabajo con Luis Fernando Tena?
Este artículo también fue publicado en la Sección de Deportes de Nuestro Diario el miércoles 26 de abril de 2023.
Si senor tiene usted toda la razon. Pero mandeselo a Tena tambien a Paiz en un sobre directo a su persona