Durante la semana los ediles saborearon la goleada que le propinaron a los subcampeones, pero hoy Achuapa los hizo despertar de su sueño y les mostró la realidad.
Pocos pudieron imaginar que Municipal fuera un equipo tan desdibujado en la cancha del Winston Pineda Gudiel, porque en futbol el marcador puede ser para cualquiera, pero hay formas que se esperan ver y, cuando esto no sucede, los cuestionamientos aparecen por todas partes.
Desde su retorno a la máxima categoría Achuapa había vencido a los rojos tres veces y en el torneo anterior empataron por partida doble, por lo que no resultaba descabellado pensar en un partido peleado y cerrado, el cual podía decantarse para cualquier parte.
Pero lo que nadie pensaba era que los capitalinos fueran tan endebles en la zona baja, porque los Cebolleros no atacaban mucho, pero cuando lo hacían encontraban facilidades, lo que incluía verdaderas gangas para perforar la portería.
La primera de ellas se produjo a los 16 minutos, cuando Eliser Quiñónez cobró un tiro libre desde unos treinta metros, cargado hacia la derecha, el guardameta Alejandro Medina salió a cortar el centro, pero cuando se dio cuenta que aquel era un tiro al marco quiso regresar, pero solo fue para acompañar la trayectoria de un balón que lo bañaba y terminaba adentro para el 1-0.
Como aquello no era suficiente, al 28 un balón aéreo fue cabeceado hacia atrás por José Mena en tres cuartos de cancha, el balón superó a sus compañeros y de manera furtiva apareció por la derecha Luis Alfredo Túnchez, que encontró a Medina a medio camino y con un cabezazo lo venció para el 2-0.
Si los errores del portero y la línea defensiva eran preocupantes, también lo era ver a un equipo rojo completamente partido, que cuando atacaba lo hacía con dos o tres jugadores, que tenía un medio campo que no existía y todo esto lo aprovechaba Achuapa, mucho mejor plantado en la cancha, con un plan de juego bien elaborado, con solidez defensiva, con un sector de volantes más dinámico y un sector de ataque que mostraba mayor efectividad.
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Puestas al descubierto las debilidades de Municipal, para el segundo tiempo Achuapa decidió regalarle la mitad de la cancha y cederles el balón a los rojos, pero los escarlatas no pudieron generar ni una sola ocasión para descontar en la pizarra, porque todo terminaba en los cortes de la defensiva local o en los remates desviados, sobre todo desde lejos, lo que manifestaba la desesperación de varios de sus integrantes.
De la etapa de complemento lo que hay que reseñar fue la lamentable lesión del guardameta oriental, que salió a cortar un centro por elevación y recibió el impacto de Jefrey Bantes, cayendo de cabeza. Esto le originó una conmoción cerebral y seguramente algún problema en las vértebras cervicales, lo que obligó a su traslado inmediato a un centro asistencial.
José Carlos García lo sustituyó al 72, pero el exmundialista no tuvo mayor trabajo en los 25 minutos que cuidó el pórtico de Achuapa, incluyendo los siete que hubo de adición.
Sobre el final del partido, viendo que Municipal se había ido arriba de manera desordenada, sin ideas y con más coraje que futbol, Achuapa decidió aprovechar los espacios que quedaban para montar contragolpes.
En uno de ellos Eliser Quiñónez se plantó mano a mano frente al guardameta rojo, pero el poste derecho le negó el doblete a los 86, mientras al 90 fue Dennis Ramírez quien estremeció el poste izquierdo, por lo que los verticales evitaron que Achuapa goleara a Municipal.
De cualquier manera el 2-0 fue absolutamente merecido para el equipo oriental, que recuperó en casa lo perdido de visita en la primera fecha, mientras Municipal recibió un baño de realidad, porque el resultado engañoso contra Guastatoya los pudo haber obnubilado, pero hoy se dieron cuenta de los enormes problemas que tienen, los que -de no ser corregidos- serán aprovechados también por otros rivales, lo que les dará muchos dolores de cabeza.
Jajajajajajaja ese portero está peor que navarro. La ventaja de Navarro es su JUVENTUD y es chapín. El portero titular ya está viejo pero como es argentino es es un dios del fútbol. Portero viejo regrésate a tu país con mis ROJOS vales una chingada