EscribÍ estas líneas antes del partido entre Guatemala y Guadalupe, pero eso no importa mucho porque la referencia que deseo hacer va más en relación con el juego contra Canadá (foto), en el que hubo muchas cosas para resaltar.
No me refiero solo al resultado, porque sin importar que los de la Hoja de Maple llevaron a la Copa Oro a un equipo alterno, en el combinado azul y blanco comienza a notarse la mano de Luis Fernando Tena, pero también el peso que tienen en el conjunto los jugadores que vienen o han estado en otras latitudes, lo que nos permite ver un carácter distinto.
Parece quedar atrás la época en la que entrábamos derrotados a la cancha, o con el miedo del entrenador que ordenaba que nos colgáramos del travesaño desde el primer minuto. Por supuesto que falta mucho por hacer, porque el recurso humano es limitado y eso complica nuestro crecimiento, pero ahora mismo la cara que mostramos es distinta, a pesar de que nos desordenamos y desconcentramos con facilidad, o nuestra obvia carencia de gol, pero lo más importante es que van surgiendo liderazgos adentro de la cancha, algo que nos ha faltado desde hace mucho tiempo.
Todo esto comienza a darnos esperanzas para un futuro que promete ser mejor.
Este artículo también fue publicado en la sección de Deportes de Nuestro Diario el miércoles 5 de julio.
Nota del Autor: Posterior a la redacción de esta nota, en el último partido de la fase de grupos, contra Guadalupe, Guatemala mostró de nuevo ese carácter del que hablo, viniendo dos veces de atrás y remontando un partido difícil para terminar ganando el encuentro y el grupo.
En dicho juego no nos faltaron los goles, pero sobre todo abundó el coraje, la personalidad y la determinación, por lo que reitero que el rumbo está trazado y parece conducirnos a un futuro mejor.