GUATEMALA. El técnico William Fernando Olivera movió sus piezas en los momentos claves.
El pulso lo ganó el técnico uruguayo al paraguayo José Saturnino Cardozo, en gran parte porque supo mover mejor sus piezas, sino además por que tuvo mayor profundidad de plantel, que llegó en mejor momento.
Un momento clave en la serie fue el ingreso de Lynner García en el juego de ida en el estadio El Trébol. Oliveira se dio cuenta que Municipal daba facilidades por el sector de la derecha, en donde un improvisado Steve Makuka fungía como lateral, tras la baja por suspensión de José Morales.
García fue determinante para asistir a Juan Luis Anangonó en el gol que puso la balanza a favor de los Cremas.
El talón de Aquiles siguió siendo el sector de la derecha, en donde el uruguayo mandó a Oscar Santis, para atacar por doquier ante la falta de ritmo de Luis de León, quien cuando reaccionó vio el balón en el fondo de las redes. Para el 2-0, en el global.
Otro movimiento determinante, se dio en el juego de vuelta cuando Oliveira pobló el mediocampo con Contreras, Saraiva y Espino, quienes presionaron a los volantes rojos y nunca los dejaron jugar con comodidad.
Oliveira, aprovechó la calidad de sus jugadores para rotar puestos claves, ya sea por necesidad o estrategia, fue un aspecto en el cual superó con creces a su adversario. Contrario a Municipal en Comunicaciones los cambios marcaron diferencia.
Algo hay que reconocer, y es que Willy Oliveira sabe ganarle finales a Municipal, tras hacerlo por tercera vez con Comunicaciones y una con Guastatoya. No cualquiera.
FOTO: Guatefutbol.com
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