En el 2020 cambiaron muchas cosas y el fútbol nacional no fue la excepción, ya que al no concluir el Clausura y que el Apertura se definirá hasta el próximo año, no habrá campeones en este año en la Liga Nacional.
La pandemia obligó a suspender el torneo Clausura, con ello se debido de improvisar y los dirigentes de la Fedefutbol decidieron que existieran descensos y ascensos, pero no campeón.
Mixco y Siquinalá perdieron la categoría por decreto de la federativo. Ascendieron Achuapa y Sacachispas, quienes debieron de disputar un partido frente a San Pedro y Marquense, también por decreto de Gerardo Paiz y compañía. Los equipos orientales se impusieron en esos duelos y ascendieron.
Comunicaciones que lucía sólido y era líder no fue declarado como campeón.
Ya en el Apertura 2020, la lucha de un par de equipos, porque el Comité de Ejecutivo de la Liga Nacional no aportó nada, permitió que el fútbol profesional volviera y así el 29 de agosto se pudo disputar la primera jornada, tras la aprobación de protocolos y permisos del Ministerio de Salud Pública.
Todo estaba previsto para que el torneo concluyera en la última semana de diciembre, sin embargo, los partidos amistosos de la Selección obligaron a recalendarizar un par de jornadas.
Por si esto fuera poco, un contagio masivo en Sanarate que reportó 17 casos positivos, obligó a la suspensión del certamen y con ello se alargó la espera y el torneo terminará en enero, donde nuevamente habrá microciclo de la Selección y amistosos, y volverá la carrera por reajustar los tiempos.
Lo cierto es que la improvisación y la poca seriedad de la gerencia de la Liga Nacional, así como el Comité Ejecutivo de la mismas, junto a la nula planificación de la Fedefutbol, anticipan un 2021 otra vez complicado para el máximo circuito del balompié guatemalteco.
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Sin ánimo de defender a los dirigentes, la poca seriedad es la de este pseudo periodismo. La pandemia afectó los campeonatos en muchos países. Los iluminados de siempre, escriben pura tontería.
La pandemia del coronavirus detuvo prácticamente al mundo y el fútbol no fue la excepción, sin embargo, la incompetencia de los directivos de la Liga Nacional y la Fedefut quedó demostrada una vez más; por supuesto, no les vamos a achacar nada por lo de la crisis sanitaria, pero su historial de decisiones fallidas no les avala en lo absoluto, pues no es nada nuevo lo de la desorganización ni la incapacidad de armar un calendario compatible con la selección nacional.