Roma, 10 Ago 2020 (AFP) – Presidente del Atalanta, Antonio Percassi es un empresario sumamente rico, un perfil habitual entre los dirigentes de clubes. Lo que no es tan corriente es que jugara más de 100 partidos profesionales con la camiseta del cuadro de Bérgamo, al que ha llevado a la ‘Final a 8’ de la Liga de Campeones.
La carrera deportiva de Percassi fue corta puesto que confiaba, y con razón, que tendría un futuro más brillante en el mundo de los negocios.
Nacido en 1953, Percassi creció en Clusone, a 20 kilómetros de Bérgamo, en las faldas de los Alpes italianos. Buen jugador, se incorporó a las categorías inferiores de la Atalanta y debutó en Serie B antes de cumplir 18 años.
Las crónicas de la época hablan de un defensa central duro, que llegará a disputar siete temporadas con la Atalanta, una de ellas en Serie A, y 110 encuentros en total, 6 de los cuales en la élite.
Traspasado en 1977 al Cesena, lejos de Lombardía, solo permanece unas semanas cerca del mar Adriático, y luego de dos partidos con su nuevo equipo decide retirarse.
Percassi todavía no tenía 25 años pero el año anterior ya había abierto una tienda Benetton en Bérgamo, la primera piedra de lo que acabará convirtiéndose en un imperio.
Hoy, con 67 años, el presidente de la Atalanta está al frente del holding Odissea, activo en el mundo de los cosméticos (Kiko), las franquicias de textil, el sector agroalimentario, los centros comerciales o la restauración, con una cadena de restaurantes especializados en la polenta.
También participó en el establecimiento en Italia de marcas como Zara, Victoria’s Secret o Starbucks.
– Presidente en los 1990 –
En total, según cifras de 2017, el grupo gestiona más de 1.000 tiendas, cuenta con más de 9.000 empleados por todo el mundo y logra una cifra de negocios anual superior a los 800 millones de euros.
La fortuna personal del exdefensa central pasa de los mil millones de euros, lo que le convierte en el 35º hombre más rico de Italia según la clasificación 2020 de Forbes.
Aunque al grupo le ha ido bien fuera de las fronteras lombardas, la sede ha permanecido en Bérgamo y Percassi nunca se ha alejado mucho de la Atalanta, siendo su presidente ya en el periodo 1990-1994.
Regresó en 2010, cuando el club estaba en la Serie B, y condujo a la ‘Dea’ a la cima, con dos terceros puestos en el campeonato nacional y estos increíbles cuartos de final de ‘Champions’ del miércoles ante el París Saint-Germain.
«La situación era dramática pero nos prometimos dar a Bérgamo y a su gente la Atalanta que merecen», dijo a finales de junio al diario local Eco di Bergamo.
«No ha sido fácil, pero los tres últimos años han superado las previsiones más optimistas», añadió, insistiendo en el papel jugado por su hijo Luca, director general del club.
– Discreto pero ambicioso –
Otro de sus hijos, Stefano, también es miembro del consejo de administración de la Atalanta y cinco de sus seis hijos (el último tiene siete años) están asociados a sus negocios.
«Tener a mis hijos a mi lado, todos enamorados de la Atalanta, es lo que marca la diferencia entre mi primera y mi segunda presidencia. Es nuestra historia, el de una familia completamente ‘atalantina'», explicó.
Discreto públicamente, Percassi trata de mantener un perfil bajo. El día del sorteo de cuartos de la ‘Champions’ dijo que su objetivo era la permanencia, antes de sonreír cuando un periodista le recordó que la Atalanta no solo estaba salvada sino clasificada matemáticamente para Europa.
La ambición está ahí, materializada también por la compra del estadio Atleti Azzurri d’Italia al ayuntamiento y con las obras de modernización avanzadas.
«En el estadio tenemos que intervenir todavía en dos tribunas y luego queremos hacer el centro de entrenamiento de Zingonia aún más hermoso y funcional», explicó el exfutbolista. «Todavía hay mucho por hacer», añadió.
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