Río de Janeiro, 8 Jul 2020 (AFP) – Flamengo y Fluminense protagonizan este miércoles un clásico que se ha convertido en el más atípico de su historia por problemas y polémicas extradeportivas que han dejado en segundo plano la disputa por un torneo regional de poca monta en Brasil.
El ‘Fla-Flu’ número 426, uno de los derbis más populares del mundo, decidirá en un Maracaná sin público el campeón de la Copa Rio, segunda vuelta del Campeonato Carioca, después de la paralización de más de tres meses causada por la Covid-19.
Ambos clubes tuvieron posturas completamente diferentes sobre la reanudación del torneo, el primero de Sudamérica en volver a la actividad: Flamengo abanderó la reanudación en tanto que Fluminense, junto a Botafogo, se opuso y fue obligado por la Justicia a volver a jugar.
La polémica sigue viva en momentos en que el coronavirus continúa haciendo estragos en Brasil, con más de 66.000 muertos y con Rio de Janeiro como el segundo estado más afectado (unas 11.000 víctimas) y uno de los índices de mortalidad más elevados del país.
La reanudación se inscribe en una liberación de actividades económicas cuestionada por numerosos especialistas.
– «Un Fla-Flu de la vergûenza» –
«Es el Fla-Flu de la vergüenza. Las políticas adoptadas por sus dirigentes son completamente antagónicas. La postura del Flamengo está completamente equivocada. La del Fluminense es mucho más coherente con lo que debería ser la dirección, cómo debería pensar un club de esta magnitud», dijo a la AFP el periodista y editor de la revista Corner Fernando Martinho.
Fluminense, que se había negado a jugar sus dos encuentros anteriores como local en el Maracaná por respeto a los pacientes del hospital de campaña instalado en el mismo recinto, cedió ante una posible multa de la concesionaria del estadio para actuar en el mítico feudo.
Flamengo, además, está en el ojo del huracán tras lograr que el presidente Jair Bolsonaro firmara un decreto que autoriza al club que juega como local a vender los derechos de transmisión de cada encuentro, acabando con el monopolio del grupo Globo.
Una situación que, según Martinho, perjudica al actual campeón del Brasileirao y de la Copa Libertadores.
«No es que el Flamengo utilice a Bolsonaro para conseguir logros económicos, todo lo contrario. Bolsonaro utiliza al Flamengo como herramienta para dañar a Globo», un grupo al cual el mandatario ultraderechista ve como parte de un plan empeñado en acortar su mandato.
El Flu, que actuará como local, anunció que transmitirá el partido gratis en FluTv, y rechazó el acuerdo al que intentó llegar Flamengo para también ofrecer la final en su plataforma.
«Siempre fue una rivalidad muy colorida y siempre fueron partidos en el Maracaná con muchos colores, humos, bengalas…fueron siempre episodios que tuvieron que ver con el campo y la pelota. Pero ahora no, es política pura y el fútbol como herramienta para generar otras cosas», lamentó Martinho.
Flamengo, gran favorito en la final, llega además al partido con el temor de que su técnico, el portugués Jorge Jesús, acepte una oferta recibida del Benfica, tras enamorar América el año pasado por su buen juego y sus resultados.
Si Fluminense ganara, los dos equipos volverán a verse las caras en una definición de ida y vuelta por el Campeonato Carioca. De imponerse Flamengo, será proclamado automáticamente campeón de ese torneo, por haber ganado la primera fase (Copa Guanabara).