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Clubes formadores franceses amenazados por el exilio de sus jóvenes talentos

admin
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París, 5 Jul 2020 (AFP) – Como el PSG, varios clubes franceses han visto cómo al término de su temporada, otra vez, se han marchado jóvenes talentos, lo que vuelve a alimentar el debate sobre el límite a tres años de los primeros contratos profesionales, lo que opone al sindicato de jugadores con los dirigentes.

Tanguy Kouassi (PSG), Adil Aouchiche (PSG), Pierre Kalulu (Lyon), Isaac Lihadji (Marsella), Niels Nkounkou (Marsella)… El inicio del ‘mercato’ 2020 sigue la tendencia de los últimos años, en la que los jóvenes talentos prefieren marcharse, la mayoría al extranjero, en lugar de tratar de triunfar en los clubes en los que se formaron.

Antes ya lo habían hecho otras perlas como Dan-Axel Zagadou (Dortmund), Jean-Clair Todibo (Barcelona) o Willem Geubbels, uno de los pocos que cambió de equipo pero para seguir jugando en el fútbol francés (del Lyon al Mónaco).

En el caso de Kouassi (Bayern Múnich) y Aouchiche (Saint Etienne), el técnico parisino Thomas Tuchel ya lamentó la marcha de estos jóvenes talentos: «Estoy muy triste, muy decepcionado, personalmente y como entrenador».

Su homólogo en Lyon, Rudi Garcia, vivió la misma experiencia con Kalulu (20 años), que se marchó al AC Milan.

El origen de este fenómeno se encuentra en apenas unas líneas de un reglamento, el código del deporte, que prevé una duración máxima de tres años en el primer contrato ‘pro’ que pueden firmar los jóvenes con su club formador. Esta norma también está inscrita en la Carta del Fútbol Profesional.

Los clubes critican esta limitación que, según ellos, llega demasiado deprisa para unos jugadores aún en formación.

– ‘Terrible para los clubes’ –

«Actualmente, un joven firma como profesional a los 16 años y acaba su primer contrato ‘pro’ a los 19, cuando no tiene aún forzosamente la edad para haberse hecho con un puesto en el primer equipo», explica a la AFP el director deportivo del Auxerre (segunda división) Cédric Daury. «Los clubes extranjeros vienen a servirse. No recogemos el fruto del trabajo de la formación», lamenta.

«Es terrible para los clubes porque nos deja en una situación compleja, donde la elección es dejar marchar (al jugador) o pagarle un sobrecosto», resumió el brasileño Leonardo, máximo responsable de la parcela deportiva en el PSG en una entrevista concedida al Journal du Dimanche el pasado 14 de junio.

Para los jóvenes que descubren la competición en un primer equipo y que no están ‘atados’ con contratos largos, la tentación para marcharse en busca de tiempo de juego es grande.

A veces, lo más conveniente es dejarlos partir: «Te conviertes en un jugador de manera completa más que continuar siendo un ‘sparring’ en los entrenamientos un año más, con la sensación de perder el tiempo», asegura el agente Frédéric Guerra, citando el ejemplo de Amine Gouiri (20 años), que se ha marchado al Niza tras cumplir el segundo de los tres años de su primer contrato profesional firmado con el Lyon.

– En conformidad con la FIFA –

Los clubes proponen alargar la duración de los primeros contratos profesionales. «Estaría bien cinco años. Actualmente, los jugadores firman muy pronto, más por el potencial que por lo que han demostrado», explica Cédric Daury.

Un contrato más largo daría la posibilidad a los clubes de recibir más dinero por un eventual traspaso, recompensando la labor de formación, pero el sindicato de futbolistas (UNFP) defiende la norma actual.

«¡Los clubes lo quieren todo!», explica a la AFP su vicepresidente Philippe Piat. «Cuanto más largo sea el contrato que firme, más tiempo estará el jugador en manos de un club. No hemos encontrado soluciones, sobre todo en lo que respecta a las remuneraciones, que podría no aumentar nunca durante esos cinco años».

«Francia no está penalizada», añade, recordando que la FIFA prohíbe los contratos profesionales de más de tres años para los menores.

Rudi Garcia admite que antes, cuando la duración del primer contrato era de cuatro años, «había abusos por las dos partes».

«El jugador debía firmar como profesional a toda costa y así se podía aprovechar la situación para retenerle», reconoció.

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