Barcelona, 29 Jun 2020 (AFP) – Barcelona y Juventus oficializaron este lunes el cambio de cromos en su mediocampo: el joven brasileño Arthur Melo partirá hacia Italia, mientras que el veterano bosnio Miralem Pjanic y 12 millones de euros de superávit viajarán a la ciudad catalana.
Los dos traspasos fueron anunciados con pocos minutos de diferencia por el FC Barcelona, que conseguirá 72 millones de euros (unos 81 millones de dólares) más diez variables por el traspaso del brasileñpo y pagará 60 millones y cinco variables por la incorporación del bosnio.
A nivel futbolístico, la operación resultó controvertida en el entorno mediático azulgrana por el hecho de perder a una joven promesa de 23 años a cambio de un futbolista de 30 años para una plantilla ya envejecida con sus principales figuras como Messi, Luis Suárez o Piqué superando la treintena.
Se trata de una de las principales transacciones de este verano (boreal) marcado por la crisis del coronavirus, que paralizó casi por completo el fútbol europeo y puso en dificultades económicas a muchos clubs.
El fichaje supera la cantidad superada por la activación de la opción de compra del argentino Mauro Icardi (Inter de Milán) en el París Saint-Germain (menos de 60 millones de euros), y la llegada del alemán Timo Werner (del Leipzig) al Chelsea por otros 60 millones de euros.
El intercambio, anunciado antes del tardío final de temporada, se explica también por estos motivos financieros dado que ambos clubes necesitaban aumentar la cuenta de ingresos antes de terminar el ejercicio este 30 de junio.
Los dos jugadores permanecerán en sus respectivos clubes hasta que terminen las competiciones oficiales de este curso 2019-2020 e incluso podrían verse las caras con sus futuros equipos si ambos progresan a la inédita fase final a ocho de la Liga de Campeones prevista para agosto.
«El FC Barcelona y la Juventus llegaron a un acuerdo para el traspaso del jugador Arthur Melo», señaló en un comunicado el club catalán, seguido una hora después por otro anunciando el traspaso en sentido inverso de Pjanic, que firmará por cuatro años con la institución azulgrana.
Llegado a Barcelona hace dos años procedente del Gremio de Porto Alegre que ganó la Copa Libertadores 2017, Arthur Melo se presentó como el relevo de Xavi Hernández para organizar el juego azulgrana.
Su inicio fue prometedor, asentándose regularmente en el once titular, pero decepcionó en su segundo curso, plagado de lesiones y un rendimiento irregular.
En estas dos temporadas, el centrocampista brasileño jugó 72 partidos con el Barça, marcó cuatro goles y ganó dos títulos, la Liga y la Supercopa de España en la temporada 2018/19.
La pasada semana, el técnico del Barcelona, Quique Setién, reconoció la decepción con Arthur, comentando que «quizás le faltó un poco de continuidad», y añadió que «no es el primero ni último jugador con alta expectativa que al final no le salen las cosas como espera».
El brasileño había dicho en abril que quería continuar de azulgrana «muchos años» más pero finalmente se inclinó por la salida, después de que Setién limitara su tiempo de juego y el entrenador de la Juventus, Maurizio Sarri, hiciera saber que si lo fichaba lo convertiría en un jugador clave.
El traspaso permite a la directiva del FC Barcelona cuadrar unas cuentas diezmadas por la pandemia del coronavirus. La entidad necesitaba 70 millones de euros antes del 30 de junio para cuadrar sus presupuestos y los conseguirá con la marcha de Arthur.
A cambio, el traspaso de Pjanic podrán abonarlo escalonadamente a lo largo de su contrato.
Sin embargo, puede poner de nuevo bajo lupa la gestión deportiva de la directiva presidida por Josep Maria Bartomeu, marcada por los fichajes fallidos a coste astronómico como el francés Ousmane Dembelé o el brasileño Philippe Coutinho.