El uno de marzo el FC Barcelona se presentó en el Santiago Bernabéu con ventaja de un punto y la oportunidad de dar un golpe de autoridad que se traduciría en un paso decisivo para sentenciar la temporada 19-20 de La Liga.
Las apuestas en Rivalry eran claramente favorables para los catalanes, pero el Real Madrid le pasó por encima al equipo azulgrana y con goles de Vinicius Junior y Mariano Díaz saltó al liderato y en noventa minutos cambió totalmente el panorama del campeonato español, que tiene muchos seguidores en Guatemala.
Pero no es nada raro ver que el plantel de Zinedine Zidane se relaje más de la cuenta después de hacer lo que en teoría es más complicado, siendo un ejemplo de ello la derrota frente al Real Betis una semana después, lo que le devolvió el primer lugar al Barça, que había ganado por lo mínimo ante la Real Sociedad.
Luego vino el parón por la pandemia del coronavirus, lo que estuvo muy cerca de provocar la cancelación de lo que restaba del torneo y la proclamación como campeón del equipo de Quique Setién, lo que habría sido aún más doloroso para el Real Madrid.
Hubo que esperar tres meses para que el futbol volviera a la península ibérica y, jugando cada tres o cuatro días no habrá mucho tiempo para nada, porque los partidos se suceden uno tras otro con un ritmo frenético que en cualquier momento podrían provocar el resbalón de uno de los dos equipos que luchan codo a codo por el titulo del futbol español, probablemente el más importante del mundo en la actualidad.
El primer tropiezo fue del Barcelona en su visita a Sevilla, lo que hizo que se quedara con solo siete puntos de los nueve disputados tras la reanudación, mientras el Real Madrid consiguió un pleno de victorias que le permitieron nivelar en unidades con los catalanes, a quienes superaron en los juegos directos (0-0 y 2-0), por lo que, de mantenerse esa paridad, el título quedaría en poder de los blancos.
Pero faltan ocho fechas y en ellas cualquier cosa puede suceder. En teoría, el calendario del Real Madrid es menos incómodo que el del Barcelona, pero esto es futbol y jugar tan seguido puede producir no solamente la fatiga física y mental de los jugadores, sino también lesiones que dejen diezmado a alguno de los dos, lo cual es válido analizarlo a pesar de las extensas plantillas que ambos tienen.
Hasta ahora el equipo de Cataluña ha jugado siempre antes que los de Madrid, lo que ha supuesto una presión extra para los blancos, que se enteraron con antelación de los primeros dos triunfos de sus rivales, y también del empate que les abría la oportunidad de volver al liderato, y esto es algo que volverá a repetirse en las siguientes dos jornadas, en las que el Barcelona jugará frente al Athletic de Bilbao el martes, mientras el Real Madrid lo hará el miércoles contra Mallorca, y el sábado los azulgranas visitarán al Celta y los merengues irán el domingo a Barcelona para medirse ante el Espanyol.
Para las demás fechas aún no hay horarios, por lo que es posible que la situación se invierta si así lo decide el Comité de Competición, previo a las dos jornadas de cierre, en la que los horarios serán simultáneos
Aventurarse a decir quién va a ganar La Liga es extremadamente difícil, aunque ya indicamos antes que el calendario del Barça parece un poco más complicado, a lo que debe sumarse que a los catalanes se les ha visto faltos de chispa en el último cuarto de la cancha, sin contar la Messi-dependencia, mientras el Real Madrid ha estado más compacto y ha ganado mucho con la vuelta a la cancha de Hazard y Asensio, lo que incrementa su poderío ofensivo.
De cualquier manera, a como están las cosas no será extraño que el título se defina hasta la última jornada, por lo que no hay que perder de vista lo que suceda partido tras partido en la apasionante Liga de España.
Fotografía: Marca.com