El torneo Clausura 2020 quedó inconcluso y no hay fecha para el inicio de la próxima temporada, pero los equipos viven un clima de efervescencia, contratando a diestra y siniestra para conformar el equipo que pueda llevarlos a alcanzar los objetivos que se trazan para los campeonatos venideros.
Llama la atención que algunos clubes renegociaron los contratos con sus jugadores, bajando los salarios que estaban pendientes de pagar con la excusa del retiro de patrocinadores y las pérdidas causadas por los partidos que no se jugaron, pero pocos días después sacaron la chequera para llevar a sus filas a varios futbolistas, superando la oferta de otros equipos, lo que pondría en duda que no tuvieran capacidad económica para cumplir lo que habían acordado con la plantilla del anterior torneo.
Todo esto es posible por la pasividad de las autoridades de la Federación y la Liga, que no protegen a lo más valioso del futbol: el recurso humano, que en unos equipos no mira un pago desde hace varios meses y en otros ve cómo le cercenaron sus honorarios sin que nadie moviera un dedo para impedirlo.
El sindicato también ha estado flojo, pero nunca es tarde para que defienda a sus agremiados.
Este artículo también fue publicado en la sección de Deportes de Nuestro Diario el jueves 11 de junio.
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