Roma, 1 Mayo 2020 (AFP) – ¿Suspenderá definitivamente el fútbol italiano su campeonato? País europeo más afectado por el coronavirus, con 28.000 fallecidos, y con la economía de rodillas, sus autoridades deportivas deberán tomar una decisión definitiva en los próximos días.
Oficialmente el mundo del fútbol está de pie contra esta hipótesis. La Liga ha sido capaz de unir a sus 20 clubes, sorteando las reticencias de Torino y Brescia, este último colista de la Serie y una de las ciudades más castigadas por la pandemia.
Este viernes la liga debe organizar un nuevo encuentro antes de una reunión de la Federación de Fútbol (FIGC) el 8 de mayo, que podría ser decisiva.
El gobierno italiano, por su parte, cerró las esperanzas de un rápido regreso de la competición, prohibiendo los entrenamientos hasta al menos el 18 de mayo.
Con 12 jornadas por disputarse y la UEFA recomendando como fecha límite para finalizar las ligas principios de agosto, «el camino parece cada vez más estrecho», señaló el ministro de Deportes Vincenzo Spadafora.
El presidente de la federación Gabriele Gravina señaló que «no firmará nunca por el final del campeonato» ya que sería «la muerte del fútbol italiano».
– Golpe económico –
La federación estima que el fútbol italiano podría perder 900 millones de euros en derechos de televisión, patrocinadores, venta de entradas y marketing.
Según el sitio especializado ‘Calcio e Finanza’, una suspensión definitiva dejaría en el aire unos 400 millones de euros en derechos de televisión, cuya última parte, de 340 millones en la temporada en curso, tenía que ser pagado en mayo.
Una pérdida notable para un sector que tiene una cifra de negocios de 4.700 millones de euros, según la federación, emplea a más de 120.000 personas y tiene un peso del 0’58% en el PIB, según la revista Panorama.
Pero el golpe también sería doloroso para las finanzas públicas porque el fútbol profesional paga 3.000 millones de euros en contribuciones fiscales. Los cien clubes profesionales representan el 71% de los impuestos pagados por el conjunto del sector deportivo, según Panorama.
En este contexto, más que un desafío al gobierno, las dramáticas declaraciones de Gravina pueden ser interpretadas como su voluntad de hacerle responsable de la suspensión.
Esta semana el presidente de la liga, Paolo Dal Pino, repitió que la voluntad de los clubes es volver a jugar «si es posible», «respetando las normas y protocolos sanitarios».
«Si no, seguiremos rigurosamente, como siempre hemos hecho, las decisiones del gobierno», añadió.
El ministro de Deportes explicó el jueves que si no se daban las condiciones sanitarias para regresar, «el gobierno decretará el final del campeonato» intentando que el fútbol «sufra los menores daños posibles». «Asumiremos la responsabilidad de la decisión», recalcó.
El gobierno cuenta con el respaldo de una mayoría de ciudadanos traumatizados por la pandemia, especialmente dura en el norte, plaza fuerte del deporte rey, con la Juventus, Inter y Milan o Atalanta. Según un sondeo reciente, dos italianos de cada tres es partidario de la suspensión.
– ¿Cómo saldar la clasificación? –
Si se tomara esta decisión, ¿cómo saldar la temporada? Se ha hablado incluso de una final entre los dos líderes, Juventus y Lazio. Pero según el diario Corriere Dello Sport, la hipótesis preferida es decretar una liga sin título.
La clasificación del 9 de marzo, tras el último partido disputado, ofrecía el pase a la Champions a Juventus, Lazio, Inter y Atalanta. Brescia y la SPAL bajarían a segunda.
«Difícil evitar el peligro de los recursos (judiciales)», principalmente por los clubes de Serie B que luchan por ascender, «pero Gravina tiene la intención de continuar esta vía», añadió el Corriere.
Entre los grandes campeonatos europeos, solo el francés y el holandés han decretado la suspensión definitiva. La Bundesliga podría regresar a puerta cerrada «a mediados o finales de mayo», la Liga está a punto de retomar los entrenamientos y la Premier trabaja en un proyecto para recomenzar el 8 de junio.
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