Ginebra, 22 Abr 2020 (AFP) – La justicia suiza rechazó tres peticiones de recusación presentadas por Nasser Al Khelaifi, patrón del grupo de televisión beIN Media y del París Saint-Germain, que está inculpado en un caso de corrupción relacionado con la atribución de derechos de televisión del Mundial de fútbol.
En una decisión publicada el miércoles por el Tribunal Penal Federal de Suiza se indica el rechazo de las solicitudes de recusación que había presentado Al Khelaifi contra dos fiscales federales y una asistente fiscal federal.
«La solicitud de recusación fue rechazada», concluyó el órgano judicial correspondiente el 24 de marzo.
En esa decisión se explica que Nasser Al Khelaifi pidió la recusación de los tres miembros del Ministerio Público de la Confederación (MPC, fiscalía federal) destacando sobre todo que «la audiencia del 6 de diciembre de 2019 no le dejó tiempo suficiente para abordar todos los puntos que deseaba».
Reprocha también a la fiscalía federal «no haber designado un experto judicial independiente y neutral sobre la competencia en el mercado de los derechos afectados por el proceso penal» y estima que «los elementos de pruebas ofrecidos espontáneamente por la defensa no habrían sido tenidos en cuenta».
La justicia suiza consideró que las partes «tuvieron la ocasión de expresarse sobre los hechos y reproches formulados».
El caso que afecta a Al Khelaifi se refiere a la concesión de «derechos mediáticos de diferentes Mundiales de fútbol y Copas de las Confederaciones».
El dirigente catarí llegó a un acuerdo amistoso con la FIFA, que retiró después su denuncia de corrupción contra él.
El exnúmero dos de la FIFA Jérôme Valcke fue inculpado en el mismo caso por «corrupción pasiva, gestión desleal múltiple y cualificada y por falsificación de documentos».
Al Khelaifi y un tercer hombre, una persona activa en el campo de los derechos deportivo pero cuyo nombre no fue facilitado por la justicia suiza, están por su parte acusados de «instigación a la gestión desleal cualificada cometida» por Valcke, que ocupó el puesto de secretario general de la FIFA. El tercer hombre está acusado además de «corrupción activa».
Según el MPC, Valcke hizo uso entre 2013 y 2015 de su influencia para orientar «los procesos de concesión de derechos mediáticos para Italia y Grecia de diferentes Mundiales de fútbol y Copas de las Confederaciónes de la FIFA en el periodo de 2018 a 2030».