Doha, 22 Abr 2020 (AFP) – La posible compra del club inglés de fútbol del Newcastle con fondos sauditas continúa generando reacciones. Tras la protesta de la organización no gubernamental Amnistía Interancional, este miércoles fue el grupo audiovisual catarí BeIN el que reclamó a la Premier League una investigación.
En un correo dirigido a los presidentes de los dirigentes de clubes del campeonato inglés, BeIN les solicitó hacer presión a su liga para que abra una investigación sobre si los representantes sauditas son «las personas adecuadas» para dirigir el Newcastle.
«Mi solicitud se basa simplemente en el papel del gobierno de Arabia Saudita en el pasado y el robo continuo de intereses comerciales en detrimento de vuestro club, de la Premier League, de los colaboradores encargados de la difusión por televisión y del fútbol en general», escribe en ese coreo Yousef Al Obaidly, el presidente de BeIN Sports.
«No es una exageración decir que el futuro modelo económico del fútbol está en juego», añade.
BeIN afirma que Arabia Saudita puso en marcha desde 2017 un sistema de difusión pirata que toma imágenes de las diez cadenas deportivas del grupo catarí para retransmitirlas en países del mundo árabe vía satélite.
Ese servicio, bautizado como BeoutQ, abandonó oficialmente esas retransmisiones por satélite, pero BeIN afirma que los descodificadores distribuidos permiten todavía acceder a programas a través de internet.
Según la prensa británica, un consorcio saudita, en el cual figura el príncipe heredero Mohammed Ben Salman, pagó un avance no reembolsable de 17 millones de libras (19,5 millones de euros) al propietario del Newcastle, Mike Ashley, en el marco de una oferta de compra de 300 millones de libras (345 millones de euros).
La Premier League debe ahora verificar que los potenciales compradores cumplen sus criterios, mediante una serie de exámenes de los accionistas y futuros dirigentes.