Bruselas, 21 Abr 2020 (AFP) – «Perdidos» o «ansiosos», confinados y separados del balón, los futbolistas viven una situación inédita durante la pandemia de coronavirus, al punto de que uno de cada diez jugadores presenta síntomas de depresión. Un problema que afecta principalmente a los más modestos.
Los psicólogos y sindicatos de futbolistas destacan estos días que no todo es color de rosa para los jugadores fuera del estadio en las últimas semanas.
«Estaban en su burbuja y ahora están perdidos porque pensaban que el periodo de confinamiento no sería tan largo», analiza Philippe Godin, psicólogo del deporte de la universidad belga de Lovaina.
«Se dice que la pereza es la madre de todos los vicios. Y lo es», afirma a la AFP, describiendo situaciones de jugadores enfocados al juego, al alcohol o al sexo.
Y no son comportamientos aislados. Según una investigación del sindicato mundial de jugadores (Fifpro), publicado el lunes y en el que participaron 1600 futbolistas, «el 22% de las jugadoras y el 13% de los jugadores tuvieron síntomas compatibles con el diagnóstico de depresión».
Un estado de «ansiedad generalizada» fue detectado en el 18% de las jugadores y en el 16% de las futbolistas.
«Sin pasión, un deportista nunca llega muy lejos», resumió el sábado el cinco veces ganador del Balón de Oro Cristiano Ronaldo a la agencia de prensa portuguesa Lusa.
– Kompany: ‘Pedaleamos en el vacío’ –
Misma opinión para el antiguo capitán del Manchester City Vincent Kompany. «Pedaleamos en el vacío», señaló el actual jugador del Anderlecht.
Para hacer más corta la espera, su club ha recuperado los entrenamientos «para los jugadores que lo deseen», a pesar de la incertidumbre sobre el regreso de la competición.
«Fue importante para los jugadores recuperar el ambiente de los entrenamientos, sentirse de nuevo en equipo», explicó David Steegen, responsable de prensa del club con más títulos de Bélgica.
Lo más complicado es lidiar con la falta de una perspectiva clara para deportistas cuyas semanas están marcadas por varias veladas de emoción y máxima competitividad.
«Al principio dijimos que las primeras semanas serían como un periodo especial, en el que la gente estaría en sus casas pasando tiempo en familia. Pero según dura, los jugadores lo acaban sufriendo cada vez más», declaró a la BBC Michael Bennett, responsable de la salud de los jugadores en Inglaterra.
«Algunos se han encontrado con problemas económicos tras haber cedido a compras impulsivas por aburrimiento, mientras hay cierta inquietud sobre su remuneración en el futuro y posibles esfuerzos económicos que tendrán que realizar», añadió.
– Incertidumbre económica –
La incertidumbre económica es de hecho una de las principales causas de la angustia de los deportistas, normalmente con carreras bien remuneradas, pero también muy cortas. Y la situación se complica según se desciende el escalafón de categorías futbolísticas.
«El porcentaje de jugadores de la investigación que mostraba síntomas era significativamente más elevado entre aquellos preocupados por su futuro en la industria del fútbol», subrayó Fifpro, que realizó el estudio junto el hospital de la Universidad de Ámsterdam.
Y las federaciones también están preocupadas. Como en Inglaterra, donde Michael Bennett, responsable de la salud de los jugadores, dijo estar «muy preocupado por los futbolistas en el plano del equilibrio emocional y mental»,
«Los jugadores viven actualmente lo que normalmente pasan los futbolistas que acaban de retirarse», señala Godin. «Solo tienen un punto de interés (el fútbol) y sin esto están perdidos, les falta algo, al contrario de otros deportistas con menos medios, que estudian o trabajan», añade.
El regreso de la competición en las próximas semanas o meses puede que no sea el remedio a sus males, ya que muchos temen el riesgo de contaminación.
«Si metemos presión sobre los jugadores para hacerles regresar en un medio en el que podían sentir su seguridad en peligro, aumentaría su ansiedad y su preocupación», subrayó el lunes Jonas Baer-Hoffmann, secretario general de Fifpro, en una conferencia de prensa telefónica.
«La salud mental de los jugadores no debe ser un pretexto para recuperar la competición demasiado pronto», añadió.