«En Turquía el fútbol es lo que permite a la gente evacuar el estrés, divertirse, ocupar su mente», declaró el presidente del Trabzonspor, Ahmet Agaoglu.
«Si se suspende el campeonato por una duración tan larga, de aquí a un mes no encontraremos suficientes jueces para dirimir los divorcios», lanzó.
Esas declaraciones, pronunciadas el domingo, se producen mientras cada vez más voces se elevan para pedir la suspensión de la liga turca para limitar los riesgos de propagación del COVID-19.
La semana pasada, las autoridades turcas ya habían impuesto puertas cerradas en los estadios hasta finales de abril, una medida juzgada insuficiente por jugadores y entrenadores.
«Todos los principales campeonatos en el mundo fueron suspendidos. La verdad es que se trata de nuestras vidas. Todas vuestras vidas están en peligro», declaró el domingo el entrenador del Galatasaray, Fatih Terim.
La Federación Turca de Fútbol (TFF) se reúne este martes para estudiar la cuestión.
Según las autoridades, 47 personas han dado positivo hasta el momento en el país otomano por coronavirus.
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