El Inter Miami de Beckham sería anfitrión de Los Angeles Galaxy en la jornada sabatina, el club donde la exestrella inglesa jugó entre 2007 y 2012.
El partido estaba previsto en su hogar temporal de Fort Lauderdale, vecina de Miami.
«Es en momentos como este cuando recordamos las cosas que son realmente importantes en la vida», publicó Beckham, dueño y presidente del Inter Miami, en Instagram. «Nuestra salud. Nuestros seres queridos y el cuidado de aquellos que necesitan apoyo en nuestras comunidades es lo importante».
«En estos momentos, el deporte queda en segundo plano. Todos debemos escuchar los consejos de expertos y hacer lo correcto. Manténgase a salvo y cuídese a sí mismo y a sus familias».
Inter Miami busca un primer triunfo en la MLS, después de haber perdido 1-0 como visitante con Los Angeles FC el 1 de marzo y 2-1 ante el DC United seis días después.
Esos partidos culminaron un esfuerzo salvaje de seis años llenos de contratiempos y frustraciones.
– Un sueño con múltiples obstáculos –
Beckham, de 44 años, llegó a Estados Unidos en 2007. El ícono global dejó el Real Madrid para un acuerdo con el Galaxy que incluía la opción de compra de un club de expansión en la MLS a un precio con descuento.
Durante seis temporadas con el Galaxy, Beckham ayudó a elevar el perfil del deporte en los Estados Unidos. Y fue uno de los principales contribuyentes a los títulos de la Copa MLS 2011 y 2012 del club angelino.
Después de retirarse en 2013, Beckham decidió ejercer su opción para un equipo de expansión de la MLS en 2014 y trató de construir un estadio que sirviera sólo para el fútbol en Miami.
Las luchas con los líderes de la ciudad y los grupos cívicos siguieron, lugar tras lugar frustrado por un problema tras otro, y la MLS dudó en otorgar una franquicia a un grupo sin un plan de estadio establecido.
Beckham se unió a los magnates de la construcción con sede en Miami, los cubano-estadounidenses Jorge y José Mas en 2017 y eso representó un punto de inflexión en su búsqueda.
En 2018, los funcionarios de la ciudad aprobaron la construcción del complejo Miami Freedom Park cerca del Aeropuerto Internacional de Miami, siendo su pieza central un nuevo estadio de 25.000 asientos que se espera esté listo en 2022.
«Todo lo que hemos intentado hacer para poner en marcha esta franquicia fue un desafío», dijo Beckham hace unos días. «No había una cosa (fácil): desde encontrar la tierra, pensar qué tipo de estadio queremos, qué tipo de jugadores queremos, qué tipo de entrenador queremos, incluso hasta qué fichas teníamos en las duchas. Todo fue un desafío. Pero no iba a rendirme», subrayó.
La perseverancia ha valido la pena con un nuevo equipo y un futuro optimista, a pesar de que es incierto por el momento justo cuando Beckham podrá unirse a los seguidores de Miami en un partido en casa.