«No hay motivo para que continúen los partidos y las manifestaciones deportivas y pienso en el campeonato de fútbol. Lo siento, pero los ‘tifosi’ tienen que aceptarlo», declaró el jefe del gobierno italiano Giuseppe Conte en conferencia de prensa.
Conte no precisó si la medida afecta a los partidos de competiciones europeas, entre ellos el que enfrente en Liga de Campeones a la Juventus contra el Lyon la próxima semana o el Inter-Getafe de Europa League de este jueves o el Roma-Sevilla programado para el 19 de marzo.
Esta disposición forma parte del paquete de medidas draconianas impuestas por el gobierno italiano para frenar la epidemia y que insta a evitar los desplazamientos en todo el país, prohíbe las concentraciones y decreta el cierre de los centros educativos hasta el 3 de abril.
Italia es el segundo país más afectado por la propagación del COVID-19 después de China, donde se originó la epidemia.
Según el conteo de la AFP en base a datos oficiales, el número de casos positivos ascendió este lunes en Italia a 9.172 (1.797 más con relación al domingo) y el de fallecidos a 463 (97 en las últimas 24 horas).
– 463 fallecidos y 9.172 afectados –
El anuncio del gobierno italiano llega horas después de que el CONI, que tiene autoridad sobre todas las federaciones deportivas italianas, reclamase que fuesen «suspendidas todas las actividades deportivas a todos los niveles hasta el 3 de abril de 2020».
«La protección de la salud es la prioridad absoluta de todos», señaló el CONI para justificar una petición que tenía que ser refrendada por un decreto gubernamental.
«Ya estoy manos a la obra para elaborar el decreto en materia deportiva, por lo que espero que pueda ser firmado mañana (martes)», declaró poco después de la petición del CONI el ministro de Deportes Vincenzo Spadafora.
El domingo se jugaron a puerta cerrada cinco partidos de la Serie A, entre ellos el Juventus-Inter (2-0) decisivo para el título, que habían sido aplazados una semana antes, correspondientes a la 26ª jornada de la Serie A.
Esto respondía al decreto gubernamental publicado el domingo, por el que se ordenaba restricciones de movimientos a más de 15 millones de personas, un cuarto de la población, incluyendo a los habitantes de Milán y Venecia, hasta el 3 de abril, medida similar a las adoptadas por China, donde surgió la epidemia de COVID-19.
Según ese decreto, las competiciones deportivas podían seguir celebrándose, pero sin público.
Sin embargo, en las últimas horas han sido muchas voces las que han reclamado la suspensión de las competiciones y, sobre todo, de la Serie A.
El ministro de Deportes Vincenzo Spadafora llamó el domingo a detener la Serie A, minutos antes del inicio del partido Parma-SPAL y horas después de la publicación del decreto impuesto por su gobierno.
Damiano Tommasi, presidente del sindicato de jugadores, también reclamó la paralización del campeonato, así como el delantero Mario Balotelli.
Este lunes se completó la 26ª jornada de la Serie A, con un Sassuolo-Brescia (3-0) que, obviamente, se jugó sin público.
Tras marcar el primer gol, el delantero del Sassuolo Francesco Caputo mostró a la televisión una hoja con el mensaje: «Todo irá bien. Quédense en casa».
Éste habrá sido el último partido en disputarse, al menos de la Serie A, hasta el 3 de abril.