«Por supuesto le podemos ganar a Boca. Yo soy el técnico de Gimnasia», dijo apenas concluyó el encuentro, con victoria 1-0 sobre Atlético Tucumán, en relación al partido del sábado próximo, en el que el «Lobo» necesita los tres puntos en la lucha por no descender.
Un triunfo de Gimnasia le podría dar el título a los «millonarios» de Marcelo Gallardo, archirrivales de Boca Juniors.
Maradona, de 59 años, vivió dos etapas intensas en Boca, con el que ganó una liga local en su primera etapa (1981) y luego un segundo ciclo (1995-97) que incluyó el final de su carrera como jugador, además de ser dueño de un palco en la Bombonera, aunque lleva mucho tiempo sin acudir al estadio azul y oro.
En las últimas semanas, el hoy entrenador de Gimnasia sostuvo una polémica mediática con los nuevos dirigentes de Boca encabezados por el presidente Jorge Amor Ameal y el ídolo Juan Román Riquelme, distanciado a su vez de Maradona desde que renunció a la selección nacional cuando el popular «Pibe de oro» era entrenador de la selección argentina.
«La ensuciaron mucho (la situación). Yo no, yo vengo a entrenar con los muchachos de Gimnasia y soy el técnico de Gimnasia y Esgrima de La Plata. Que se lo pongan bien en la cabeza. Yo amo a Boca, pero ojo, que mi corazoncito ama al Tripero», expresó Maradona tras el encuentro.
«Yo no les creo a los mentirosos. Si yo alguna vez hablé de Boca, hablé bien del club. Lo único que digo es que no ensucien más la cancha, porque yo tengo un palco, tengo nietos, tengo sobrinos, que quieren ir a la cancha. No es todo Maradona. Se la agarran conmigo porque no tienen con qué. Y no necesito ninguna plaqueta (de homenaje)», amplió.
«Estoy muy emocionado con la gente de Gimnasia, soy feliz de verdad. Espero que este club se salve (del descenso), porque tiene jugadores que son hombres de verdad. Soy inmensamente feliz por mis muchachos y por la gente», remarcó Maradona.
El de este sábado fue el tercer triunfo en fila del «Lobo», que la semana pasada superó por 1-0 a Independiente por la Superliga, y el martes le ganó por 2-0 al modesto Sportivo Barracas (cuarta división), en su debut en la Copa Argentina.
El triunfo sobre Atlético Tucumán marcó la primera vez que Gimnasia gana dos partidos en fila en esta Superliga, y apenas su segunda victoria como local en once encuentros, en un partido que el equipo platense debió ganar por más margen, pero dilapidó varias ocasiones y en los últimos minutos sufrió la embestida del «Decano», que estuvo cerca del empate.
La victoria, muy festejada por Maradona y los miles de hinchas de Gimnasia, no le alcanzan al «Lobo» para salir de la zona roja del descenso, pero sí para estar casi a la par de Patronato de Paraná y empezar a achicar distancias con el resto, aunque todavía necesita sumar mucho más para evitar ser uno de los tres equipos que perderán la categoría.
El descenso se definirá al final de la Copa de la Superliga, el segundo certamen de la temporada, que se jugará a partir del 15 de marzo, a continuación de la Superliga.