El 14 de diciembre se realizó la Asamblea de la Liga Nacional, en la que el Comité Ejecutivo propuso a los clubes afiliados un calendario que incluía la primera fecha del Clausura 2019 para el fin de semana del 13 de enero, la segunda para el miércoles 16 y la tercera para el 20.
Comunicaciones presentó la propuesta de correr las jornadas para dejar libre el miércoles 16, ya que, por ser el inicio del torneo, los equipos necesitaban tener una semana larga de trabajo para afinar detalles tácticos y acoplar a las nuevas piezas. Todos estuvieron de acuerdo.
Resultó sorpresivo, entonces, que surgiera la convocatoria para sesiones de entrenamientos de la Selección Nacional en la presente semana, lo que echó por tierra todo lo que se habló y planificó en la Asamblea y puso de manifiesto la falta de coordinación que existe en el futbol guatemalteco, lo que también quedó en evidencia al programársele a Cobán Imperial el partido de ida de la semifinal de Copa el miércoles 9 y el debut en el Clausura el viernes 11, ambos partidos en condición de visita y con solo 48 horas entre uno y otro.
Estamos iniciando un nuevo año, pero en el futbol el desorden continúa a la orden del día.